Un episodio insólito y alarmante se vivió este lunes al mediodía sobre la Ruta Nacional 7, a la altura de Ingeniero Silveyra, en el partido de Chacabuco. Un camión jaula que transportaba cerdos volcó fuera de la calzada y, en pocos minutos, el lugar se llenó de personas que comenzaron a llevarse la carga sin que nadie pudiera detenerlas.
El vehículo, que había salido desde la zona de Roberts, terminó a varios metros de la ruta, con la jaula partida y los animales desparramados en el terreno. El conductor, un hombre de Ascensión, sufrió heridas leves y fue asistido por el SAME. Mientras tanto, se desató una escena de total descontrol.
Vecinos, automovilistas y curiosos comenzaron a acercarse por sus propios medios. Algunos llegaron en autos, otros en moto o a pie. Varios se metieron al campo y empezaron a cargar cerdos vivos y muertos, a mano limpia o con lo que tuvieran a disposición. Se los llevaban en baúles, carros o directamente al hombro. Todo en medio del caos, sin ningún tipo de orden.
En un principio, solo tres policías intentaron contener la situación, pero pronto se vieron desbordados. Recién más tarde llegaron refuerzos, cuando ya la mayoría de los animales había sido sustraída.
El tránsito en la ruta se vio afectado y los servicios de emergencia trabajaron como pudieron entre la multitud. La principal preocupación fue evitar nuevos accidentes por la circulación de personas y vehículos mal estacionados, mientras los cerdos corrían desorientados.
Hasta ahora no se informó si hubo personas identificadas o detenidas. Tampoco se sabe si la carga contaba con seguro. Lo que sí quedó claro es que la situación escapó a todo control y dejó una imagen preocupante: una mezcla de necesidad, oportunismo y falta de respuesta estatal.
En Salta, donde el transporte de ganado y alimentos por rutas nacionales como la 34 o la 9 es frecuente, el episodio genera inquietud. Si bien aquí no se han registrado escenas similares, la realidad económica y la limitada presencia policial en tramos rurales podrían facilitar hechos de este tipo.
Lo ocurrido en Chacabuco se suma a otros casos similares en distintas rutas del país, donde tras un vuelco, la carga termina siendo saqueada. Más allá del impacto material, estos hechos reflejan un problema social profundo que va más allá del accidente en sí.
El camión quedó destruido, los animales fueron retirados por particulares, y las autoridades apenas pudieron intervenir. Una escena que, aunque parezca increíble, se repite con más frecuencia de la que se reconoce.
