Charly García será Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires. La distinción, que entregará la Facultad de Filosofía y Letras, fue impulsada por la Cátedra de Música Popular de la carrera de Artes. El acto está previsto para agosto y, según confirmaron fuentes académicas, se espera que el músico pueda estar presente.
Para muchos, es un reconocimiento que llega con décadas de retraso. Charly García es una leyenda viviente. Un prócer del rock nacional. Es como Gardel, pero con bigote bicolor, sintetizadores y una lucidez desafiante que marcó a fuego la música argentina desde los años setenta hasta hoy.
La propuesta fue elaborada por la titular de la cátedra, Lisa Di Cione, junto con los docentes Martín Liut y Marina Cañardo. La aprobación se dio por unanimidad en el Consejo Directivo de la facultad. El proyecto destacó su “aporte musical” y también “el sentido político que han tenido sus canciones en distintos momentos de la historia argentina”.
“Nos pareció importante, tanto a la carrera de Artes como también desde el Decanato, poder votar, inicialmente en la junta departamental, el doctorado para Charly García como una de las figuras fundamentales, no solamente en lo que hace a la historia de la música en nuestro país y en toda la región, sino también por el sentido político que ha tenido su música en los distintos momentos de nuestra historia”, señaló el decano Ricardo Manetti a la revista Rolling Stone.
A lo largo de más de medio siglo, Charly pasó por Sui Generis, La Máquina de Hacer Pájaros, Serú Girán y una carrera solista que dejó discos como Clics Modernos y Piano Bar, que son directamente patrimonio cultural. Tocó fondo mil veces y volvió otras mil. Lo vieron volar desde un noveno piso en Mendoza y también tocar el Himno Nacional con distorsión, cuando parecía casi un sacrilegio.
“Charly García fue una pieza clave del movimiento rockero argentino, latinoamericano e hispano. Hasta la década del 80, el movimiento del rock se encontraba relativamente ‘localizado’, aunque se documentan giras, encuentros e intercambios aislados entre músicos”, explicó Di Cione.
Y agregó: “Fue en la década de 1980 cuando el rock se ‘nacionaliza’ y Soda Stereo, Miguel Mateos y Charly García se convierten en la punta de lanza del reconocimiento artístico a nivel regional. Sin embargo, fue él quien colocó al rock nacional en su punto más alto: siempre estuvo atento a las novedades y no claudicó en armar y desarmar proyectos para investigar las posibilidades de nuevos lenguajes que muchas veces lo condenaron a ser blanco fácil de la crítica periodística del momento”.
La creación de la Cátedra de Música Popular, así como la nueva Especialización en Música Popular, forma parte de un proceso de ampliación del plan de estudios que busca incluir a figuras clave en la cultura argentina. El homenaje a García no es solo un acto simbólico: es la universidad pública abriéndole las puertas al artista que acompañó la historia del país con canciones que fueron espejo, consuelo y desafío.
Más grande, más frágil, Charly sigue siendo Charly y quizá un “gracias por todo” y no alcanza. Porque si la historia argentina tuviera banda sonora, sería con su voz, sus acordes y esa furia melódica que solo él supo afinar.