La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) quedó en el centro de una investigación judicial que ganó fuerza esta semana, luego de los allanamientos realizados tanto en su sede de la calle Viamonte como en el predio de Ezeiza, donde entrenan las selecciones nacionales. Los procedimientos forman parte de una causa que intenta determinar posibles vínculos entre diversas instituciones deportivas y la empresa Sur Finanzas, en un expediente que ya generó repercusiones en toda la dirigencia del fútbol.
De acuerdo con lo informado de manera institucional, la AFA afirmó que desde el primer momento puso a disposición de la Justicia todo el material solicitado. Durante los operativos, personal de la Policía Federal secuestró pendrives, computadoras, CPU y otros dispositivos que podrían contener datos relevantes para la investigación. Según trascendió, el contenido será analizado para establecer si existió algún tipo de relación irregular con la firma mencionada.
La investigación quedó bajo la órbita del juez Luis Armella, quien profundizó las medidas al ordenar nueve nuevos allanamientos en domicilios vinculados a Sur Finanzas. Esos operativos se sumaron a los realizados el día anterior en la propia AFA y en clubes como Independiente, Racing, San Lorenzo y Barracas Central, además de algunas instituciones del ascenso. La magnitud del despliegue despertó sorpresa en el ambiente futbolero, acostumbrado a conflictos dirigenciales, pero no a una intervención judicial de tal alcance.
Frente al revuelo generado, la AFA difundió un mensaje en el que marcó con claridad su postura: colaborar sin objeciones con cada pedido del juzgado y facilitar todo el material físico y digital existente en sus dependencias. El comunicado buscó transmitir calma en un contexto en el que la opinión pública y numerosos actores del deporte siguen con atención la evolución del caso. La entidad insistió en que los procedimientos se desarrollaron con normalidad y que su personal acompañó cada paso de los efectivos.
La irrupción de la Justicia en dos de los espacios más sensibles del fútbol argentino no pasó desapercibida. En la sede de Viamonte, la situación generó un movimiento inusual de funcionarios y trabajadores que vieron alterada su rutina administrativa. En Ezeiza, la presencia policial llamó la atención en un predio que suele manejarse con estricta reserva y un clima de trabajo constante.
Aunque por el momento no hay imputaciones sobre dirigentes de peso, la causa continúa en una etapa de recolección de pruebas. El juez Armella espera los resultados de los análisis del material secuestrado, paso clave para definir si habrá nuevas medidas o citaciones. En paralelo, distintos especialistas anticipan que la investigación podría ampliarse si aparecen elementos que vinculen a más instituciones o contratos dentro del ecosistema del fútbol argentino.
El avance de los allanamientos también abrió interrogantes sobre la relación entre clubes y empresas financieras, un tema que desde hace tiempo genera debate en el ámbito deportivo. La complejidad económica del fútbol profesional, sumada a la necesidad de acceder a distintas vías de financiamiento, derivó en acuerdos que ahora están bajo la lupa. Para muchos dirigentes, el caso puede convertirse en un punto de inflexión respecto a los controles y la transparencia en la administración de los recursos.
Mientras tanto, la AFA procura mantener sus actividades habituales sin mayores sobresaltos. Desde la dirigencia no esperan que los operativos afecten el funcionamiento del predio de Ezeiza ni las planificaciones deportivas ya diagramadas. Sin embargo, puertas adentro se reconoce que el impacto mediático y la expectativa social obligan a un manejo cuidadoso de la comunicación y de cada paso institucional.
Con el expediente todavía en pleno desarrollo, los próximos días serán clave para saber si los allanamientos representan solo la etapa inicial de una investigación más profunda o si la causa tomará un rumbo diferente. Lo concreto es que, tras el mensaje difundido, la AFA dejó claro que acompañará cada requerimiento mientras la Justicia determina el alcance real de las presuntas maniobras con Sur Finanzas. En un fútbol argentino acostumbrado a convivir con tensiones, el caso promete seguir sumando capítulos y mantener la atención de todo el país.
