El Chelsea se consagró campeón del Mundial de Clubes 2025 luego de una actuación brillante en la final ante el Paris Saint-Germain, al que venció por 3 a 0 en un duelo que tuvo de todo: goles, dominio efectivo y una expulsión clave.
En el primer tiempo, los londinenses liquidaron la historia. A los 21 minutos, Cole Palmer apareció para abrir el marcador con un remate certero. Apenas ocho minutos más tarde, el joven inglés repitió la fórmula y estiró la ventaja. Sobre el cierre de la primera mitad, João Pedro aprovechó un contraataque letal y puso cifras definitivas: 3-0 y campeonato asegurado.
El PSG, pese a tener la posesión de su lado (63% frente al 37% del Chelsea), no logró romper el muro defensivo que planteó el equipo inglés. Enzo Fernández, con la camiseta número 8, fue uno de los pilares en el mediocampo, aportando orden, distribución y despliegue físico durante todo el encuentro.
Palmer, imparable
Palmer fue la gran figura del partido y del torneo. El joven delantero del Chelsea, que ya venía teniendo una temporada consagratoria en la Premier League, se encargó de poner a su equipo arriba con dos definiciones casi calcadas: precisión, velocidad y lectura de juego. Su rendimiento fue tan alto que la FIFA lo eligió como el mejor jugador de la final.
João Pedro, por su parte, también fue clave. Más allá del tercer gol, fue fundamental en la presión alta que ejerció el equipo inglés desde el primer minuto.
Un segundo tiempo controlado
En el complemento, el Chelsea jugó con la ventaja en el marcador y el reloj como aliado. A pesar de los intentos del PSG por descontar, el conjunto inglés mostró un nivel defensivo impecable y nunca perdió el control del encuentro.
El panorama se terminó de complicar para el elenco francés cuando João Neves fue expulsado a los 40 minutos del segundo tiempo por doble amarilla. Con un hombre menos, el PSG bajó la intensidad y prácticamente se resignó a ver cómo el rival levantaba el trofeo.
Una edición histórica
Este Mundial de Clubes marcó el inicio de una nueva era en el fútbol internacional, con un formato renovado que reunió a los mejores equipos de distintas confederaciones en una competencia más exigente y con más fechas. Para el Chelsea, significó sumar un título más a sus vitrinas y reforzar su protagonismo en el escenario global.
La solidez defensiva, la contundencia en ataque y la figura indiscutida de Palmer terminaron siendo las claves de un equipo que no dejó dudas. En Salta, como en toda la Argentina, los fanáticos celebraron la actuación de Enzo Fernández, que una vez más demostró su categoría en un torneo de alto vuelo.