No es el primero, pero, probablemente, uno de los golpes del Mundial de Clubes. Porque el Atlético Madrid, el de figuras como Julián Álvarez, Antoine Griezmann, Rodrigo De Paul, y el que, para muchos, era candidato simplemente por ser europeo, se quedó afuera en la fase de grupos después de ganarle al Botafogo.
Pese a que el triunfo del PSG ante Seattle Sounders era esperado, los ojos -u oídos, mejor dicho-, no dejaban de posarse, también, en ese partido. Y por eso es que la postura del Atlético sorprendió aún más. Claro, porque a pesar de que el Fogao demostró nuevamente su firmeza defensiva, a los del Cholo Simeone les faltó la ambición necesaria (que tampoco cambió en el momento en que los franceses se pusieron en ventaja) para ganar por tres goles, que era lo que necesitaban para depender de sí mismos y pasar de fase.
Esto no significa que el Colchonero no haya dominado el partido. Lo hizo, porque si hay algo que no le faltó es precisión y paciencia para manejar la pelota y buscar los huecos en la defensa rival. Pero esos huecos no existieron y el equipo español evidenció falencias para encontrar soluciones a pesar de sus apellidos importantes.
Porque Julián fue de arranque y, salvo la gran asistencia en el gol, no pesó. Giuliano Simeone no tuvo el espacio para aprovechar su velocidad. De Paul estuvo muy retenido en el medio. Sørloth erró un cabezazo insólito abajo del arco y Griezmann, quien hizo el 1-0, apenas jugó un tiempo.
Un equipo que no te deja a pata
Botafogo, por su parte, acrecentó sus puntos altos: el arquero John fue figura, la zaga central no falló, la línea de tres en el medio presionó y jugó cuando debió hacerlo e Igor Jesus (que tuvo una clarísima que tapó Oblak) volvió a ser ese delantero que no solo es referencia, sino que obliga a la defensa rival a estar más atenta de lo normal. De yapa, tuvo un Álvaro Montoro picantísimo en su ingreso.
Con la derrota, los brasileños se quedaron con la espina de no poder pasar como líderes después de una fase de grupos en la que vencieron nada más ni nada menos que al campeón de Europa. Pero no se puede quedar con eso. Al Atlético Madrid lo cocinaron a Fogao lento...