La clasificación del Gran Premio de Qatar dejó a Franco Colapinto en el fondo de la grilla, tras una jornada complicada en la que nunca encontró el ritmo necesario para competir de igual a igual. El argentino de Alpine terminó 20° y admitió que su manejo no estuvo a la altura de lo que exige el circuito de Lusail, un trazado rápido, técnico y donde cualquier desliz se paga caro.
La tarde ya había arrancado torcida durante la Sprint, con los dos autos de la escudería francesa largando desde boxes y sin mostrar un rendimiento convincente. Sin embargo, la clasificación era la gran oportunidad para revertir el rumbo. Pero desde la primera vuelta rápida quedó claro que Colapinto tendría una sesión compleja. Si bien en su primer intento marcó un tiempo casi idéntico al de Pierre Gasly, un leve despiste lo llevó a pisar la leca y los comisarios le anularon el giro por exceder los límites de pista. Ese golpe inicial le cambió el panorama.
Gasly respondió con un tiempo competitivo que lo dejó momentáneamente entre los mejores, mientras que Colapinto volvió a abrirse de la trazada en su segunda vuelta rápida. El cronómetro fue implacable: 1:22.378 para el argentino, lejos del 1:20.681 de su compañero. En Alpine decidieron mandar a ambos pilotos a un último intento con neumáticos blandos nuevos, apostando a una recuperación inesperada. Pero la vuelta final de Colapinto tampoco fue limpia y cerró con 1:21.137, registro que lo dejó en el último lugar.
El piloto no escondió su frustración. Dijo que manejó mal, que cometió errores innecesarios y que no logró ensamblar una vuelta decente en toda la sesión. Incluso destacó que Gasly encontró un balance más estable, algo que él no pudo aprovechar a pesar de los cambios en la puesta a punto. La autocrítica fue directa y contundente: “No hice un buen trabajo”, admitió ante la prensa.
La situación dentro del equipo también preocupa. El Alpine no mostró buen ritmo ni en la Sprint ni en la clasificación, y la falta de velocidad en recta se combinó con un comportamiento inestable en las curvas rápidas. Ambos factores pesaron en un circuito donde la precisión y la confianza en el auto son fundamentales.
La Sprint había anticipado esta tendencia: Gasly terminó 19° y Colapinto 20°, con diferencias mínimas entre sí, pero lejos del resto. La estrategia del equipo de tomar la carrera corta como un ensayo técnico tampoco dio grandes resultados, más allá de probar compuestos blandos y ajustar detalles aerodinámicos.
De cara al domingo, el panorama no parece sencillo. Adelantar en Lusail es complicado y la diferencia de tiempos entre los equipos de la mitad de tabla es muy ajustada. Colapinto deberá apostar a una buena salida, evitar incidentes y gestionar bien los neumáticos en un trazado donde el desgaste suele ser determinante. El calor y la abrasión del asfalto qatarí también jugarán su parte.
Más allá de lo deportivo, la experiencia sigue siendo clave para el argentino, que transita su primer año completo en la Fórmula 1. Los fines de semana difíciles también forman parte del aprendizaje, y la capacidad de levantarse después de un mal resultado es una de las herramientas que más pesan en un piloto joven.
La carrera del Gran Premio de Qatar se largará este domingo a las 13 (hora argentina), con 57 vueltas que pueden ofrecer imprevistos, estrategias cambiantes y alguna oportunidad inesperada. Para Colapinto, será la chance de dejar atrás un sábado complicado y demostrar que, incluso desde el fondo, todavía puede encontrar algo de luz en un fin de semana adverso.
