En un partido electrizante, Gimnasia y Tiro de Salta se impuso por 2 a 1 a Patronato de Paraná en la 22ª fecha de la Zona A de la Primera Nacional.
El encuentro, disputado en el estadio Padre Ernesto Martearena, dejó al albo con una victoria agónica que lo posiciona en la pelea por los primeros puestos. Los goles de Nicolás Contín y Renzo Reynaga, este último en tiempo de descuento, sellaron un triunfo clave para las aspiraciones del equipo salteño.
Un arranque con dominio local
Desde el pitazo inicial, Gimnasia y Tiro tomó las riendas del juego, buscando imponer su estilo en el campo. Aunque le costó generar peligro en los primeros minutos, la insistencia del equipo dirigido por Rubén Darío “Tete” Quirós rindió frutos. A los 16 minutos, Fabricio “Pollo” Rojas tuvo la primera chance clara con un remate que exigió al arquero de Patronato, Alan Sosa, quien respondió con una gran atajada cerca del palo.
La presión del albo continuó, y a los 25 minutos llegó el primer grito de la noche. Una jugada colectiva iniciada por Ezequiel Galetto, continuada por Rojas y culminada con un centro preciso de Ivo Cháves, encontró a Nicolás Contín en el área. El goleador, con una media vuelta impecable, superó a Sosa y puso el 1-0, desatando la euforia en las tribunas salteñas.
Patronato, por su parte, mostró una reacción tímida tras el gol. Con la pelota parada como principal arma, los paranaenses intentaron inquietar el arco defendido por Federico Abadía, pero sin profundidad. Hacia el final del primer tiempo, Gimnasia pudo haber estirado la ventaja: un remate de Rojas, con destino de gol, fue desviado por un defensor visitante en el último instante.
Un complemento con emociones
El segundo tiempo arrancó con un baldazo de agua fría para los locales. Apenas iniciado el complemento, Alan Bonansea, exjugador de Central Norte, conectó un certero cabezazo tras un centro desde la derecha y puso el 1-1 para Patronato. El empate obligó a Gimnasia a rearmarse, mientras que los visitantes ganaron confianza y comenzaron a disputar el control del mediocampo.
El equipo de Paraná, lejos de conformarse, salió a buscar el segundo tanto. Federico Castro tuvo una oportunidad clara con otro cabezazo, pero Abadía, seguro bajo los tres palos, contuvo el peligro. Gimnasia, en tanto, perdió precisión en los pases y sufrió en la marca, lo que permitió a Patronato crecer en el juego. A pesar de las dificultades, el albo no bajó los brazos. Tete Quirós movió el banco de suplentes, y los ingresos de Renzo Reynaga y Lautaro Gordillo le dieron frescura al ataque. A los 40 minutos, una jugada colectiva dejó a ambos delanteros frente al arco, pero la definición no fue clara: un centro de Cháves los encontró mal posicionados, y la chance se diluyó.
Un final para el infarto
Cuando todo parecía encaminarse a un empate, Gimnasia y Tiro sacó a relucir su garra. Patronato, que había perdido ambición en los minutos finales, comenzó a replegarse, apostando por conservar el punto. Sin embargo, el albo no estaba dispuesto a conformarse.
En el primer minuto de los siete adicionados por el árbitro Franklin, una jugada colectiva iluminó el Martearena. Daniel “Keko” Villalba, con una habilitación precisa, encontró a Renzo Reynaga, quien sacó un derechazo fulminante que se colgó en el ángulo de Sosa. El 2-1 desató la locura en Salta, con los hinchas celebrando un triunfo que llegó en el momento justo.
Un triunfo que ilusiona
La victoria no solo significó tres puntos vitales, sino también un impulso anímico para Gimnasia y Tiro. Con este resultado, el albo alcanzó las 32 unidades, igualando la línea de Patronato y consolidándose en el cuarto puesto de la Zona A. El líder, Atlanta, está a siete puntos, pero el equipo salteño demostró que tiene con qué dar pelea en la recta final del torneo.
El próximo desafío será de visitante, cuando Gimnasia enfrente a Güemes de Santiago del Estero en la 23ª fecha. Con un plantel que combina experiencia y juventud, y un técnico que sabe leer los partidos, el albo se perfila como un serio candidato a pelear por el ascenso. El partido ante Patronato dejó en claro que este equipo tiene corazón y calidad para definir en los momentos clave. La conexión entre los jugadores, la solidez defensiva y la capacidad de reinventarse tras el empate rival fueron las claves de un triunfo que ilusiona a toda Salta.
