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INICIA la segunda etapa del PLAN de EMERGENCIA: aspiradora de pesos y dólar oficial congelado

La preocupación del equipo económico es reducir el excedente de dinero para quitarle presión al mercado cambiario.

La preocupación del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, sigue pasando por la enorme masa de dinero excedente
La preocupación del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, sigue pasando por la enorme masa de dinero excedente

Los resultados obtenidos en la última semana generaron entusiasmo en el equipo económico. Luego del salto cambiario del arranque de 2024, había dudas sobre las verdaderas posibilidades de dominar la brecha cambiaria. Sin embargo, los dólares financieros encontraron cierta estabilidad e incluso retrocedieron parcialmente después de haber tocado nuevamente picos de $1.200, tal como había sucedido en octubre pasado.

El visto bueno del FMI para reflotar el acuerdo, que había quedado en suspenso por los incumplimientos en la última etapa de Sergio Massa como ministro de Economía, aportó cierta tranquilidad. Habrá un próximo desembolso de USD 4.700 millones que fortalecerá las reservas y permitirá hacer frente a los vencimientos con el propio organismo (parte de ellos ya se habían pagado en noviembre pasado).

El dato que llamó la atención del nuevo compromiso asumido para el corto plazo es que la acumulación de reservas netas será menor de la que había estimado el mercado. El Central se comprometió a conseguir USD 10.000 millones, pero USD 3.600 millones de ese total ya los había comprado a fines del año pasado. Por lo que restarían poco menos de USD 6.500 millones hasta finales de 2024. Sucede que una parte del superávit comercial se utilizaría para pagar deuda a los importadores y para asistir con dólares para el pago de deuda de provincias y empresas (que para hacer frente a esos compromisos en moneda extranjera deben acudir al auxilio del propio BCRA).
Reacción positiva

La deuda en dólares reaccionó positivamente a estas noticias, pero además el gobierno pagó intereses por un monto cercano a USD 1.500 millones. Esto impulsó a los bonos argentinos, que quedaron cerca de los USD 40, mientras que el riesgo país cayó hasta casi perforar los 1.900 puntos básicos.

El frente de los dólares viene relativamente tranquilo y ahora se aguarda la liquidación de los cerealeras para que entre una masa de divisas mucho mayor. Pero ello sucederá a partir de abril, es decir que todavía deberá aguardarse tres meses para que entre esa mayor oferta.

Mientras tanto, la preocupación del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, sigue pasando por la enorme masa de dinero excedente. La segunda fase del plan de emergencia, que ya se puso en marcha, consiste en concentrarse sobre la base monetaria pero también sobre la deuda en pesos. El objetivo es apagar los focos que pueden generar un incendio sobre los dólares financieros.

Ahora empieza el período más peligroso, porque hacia fines de enero y en especial en febrero cae la demanda de pesos por motivos estacionales. Por eso, la tarea pasa por varios frentes: continuar con la licuación de pasivos monetarios, manteniendo una tasa de interés negativa en términos reales, pero también acelerar la absorción de pesos.
Bono clave

El Bopreal, el bono creado para cancelar la deuda con importadores, tiene un rol fundamental dentro de esta estrategia. En el Central festejaron que la licitación de este instrumento realizado la semana pasada finalmente despegó y se colocaron casi el equivalente a USD 1.100 millones.

Este bono adquirirá una gran importancia en las próximas semanas. Sucede que al tiempo que cancela deuda con empresas que ya importaron pero no pudieron pagarle a proveedores, también es un instrumento clave para absorber pesos del mercado.

El Bopreal se suscribe al tipo de cambio oficial, por lo que el aumento de la brecha cambiaria incentivó su compra en la última semana. Por eso, en el Gobierno consideran muy importante su rol, ya que controla al mismo tiempo la brecha y el exceso de pesos.

Se espera que las próximas colocaciones de enero sean incluso más voluminosas, considerando que hasta fin de mes el Bopreal ofrece un “endulzante”: quienes lo suscriben no deben pagar el impuesto PAIS del 15% que se estableció para todas las importaciones.

Continuar con la licuación de pesos y acelerar la absorción de del dinero excedente serán los ejes centrales de lo que se viene al menos hasta marzo. Al mismo tiempo, también se encara un proceso de canje de deuda en pesos. Esta semana el gobierno saldrá a colocar nuevos títulos ajustados por CER de corto y mediano plazo (hasta 2025). Pero la intención es avanzar con un megacanje que permita despejar los millonarios vencimientos de este año, por el equivalente a unos 70.000 millones de dólares.
Ancla

Mientras tanto, la estrategia es mantener el dólar oficial con un ajuste de solo 2% mensual. El propio Central aclaró que se trata de una estrategia “temporal” hasta que el ajuste fiscal gane credibilidad y actúe como ancla antiinflacionaria. La aprobación de la ley ómnibus, y en particular el paquete impositivo que se incluye allí, es uno de los pasos fundamentales para equilibrar las cuentas públicas.

Dentro del equipo económico no dan precisiones y posiblemente no las tengan. Pero sí indican que el “crawling peg” de solo 2% podría mantenerse “por más tiempo de lo que espera el mercado”.

En general, los inversores piensan que a partir de febrero el dólar oficial subirá a un ritmo bastante mayor para no atrasarse en relación con la inflación, que arrojó 25% en diciembre y apunta a un 20% en enero. Sin embargo, también es cierto que el sinceramiento cambiario de diciembre fue mayor al esperado y dejó un margen mayor para dejar quieto al dólar oficial, cuya cotización mayorista ahora se ubica en $ 816 un mes después del ajuste de $ 365 a $ 800. No sería extraño, por lo tanto, que el “frezar” sobre el dólar oficial se mantenga hasta marzo.

Esta semana, los ojos del mundo se posarán al menos durante algunos minutos en la Argentina. Será este miércoles, cuando Javier Milei mantenga una charla a solas con Klaus Schwab, el creador del World Economic Forum en Davos. Será la primera presentación internacional del Presidente, que seguramente aprovechará este encuentro en las montañas suizas para mantener reuniones bilaterales con otros presidentes y ejecutivos de grandes empresas. Volver a poner a la Argentina en la mora de los inversores será indudablemente uno de los grandes desafíos del flamante gobierno. Y esta semana será uno de los primeros pasos concretos para lograrlo.


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