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ROTUNDO FRACASO DE MASSA

Las ventas se desplomaron un 4,1% en agosto, y ya acumulan 8 meses en caída libre, la peor recesión desde el 2001

En alimentos y bebidas el derrumbe llegó al 6,6% mensual, y en artículos de ferretería alcanzó el 5%. Son los primeros resultados después de la caótica devaluación que desplegó el ministro Massa en la tercera semana de agosto.

Las ventas se desplomaron un 4,1% en agosto, y ya acumulan 8 meses en caída libre, la peor recesión desde el 2001

La devaluación de agosto escribió una nueva página en el capítulo de la inflación de la historia argentina: la economía entró en un régimen en el cual la tasa de variación mensual del IPC supera los dos dígitos, y como el poder adquisitivo cae, el primer impactado son las ventas minoristas.

Las ventas se desplomaron hasta un 4,1% solamente en agosto, dando cuenta de que la recesión se profundiza cada vez más. De hecho, las ventas ya acumularon un total de 8 meses de caídas mensuales, no se registró tan siquiera una sola variación positiva en lo que va del 2023.

Los datos fueron anunciados por el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La retracción fue aún más violenta en el rubro de los alimentos, ya que se observó una caída en torno al 6,6% mensual. En línea con estas cifras, algunos precios como la carne y el aceite llegaron a dispararse casi un 20% en agosto, prácticamente absorbiendo la totalidad del impacto devaluatorio.

Las ventas se desplomaron un 5% en ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción, en artículos de bazar cayeron un 3,5%, en farmacia la caída llegó al 2,6%, y el segmento de perfumería sufrió una retracción del 2,1%.

La recesión está afectando principalmente al sector del comercio, el nivel de la producción industrial y la actividad de la construcción. Estos tres segmentos de la economía están en un retroceso casi continuo desde agosto del año pasado, cuando Sergio Massa se hizo cargo como Ministro.

El IPI manufacturero del INDEC sufrió una caída interanual del 3,9% en el mes de julio (incluso antes de la devaluación), mientras que el índice EMAE de actividad general se desplomó un 4,4% interanual en el mismo mes.

La sequía afectó gravemente a la actividad del sector agropecuario, pero lo cierto es que solamente significó un golpe de gracia adicional para una recesión que ya estaba en curso desde el tercer trimestre de 2022.

Ninguno de los objetivos plasmados por el Ministro pudo concretarse en la práctica. No se sostuvo el nivel de la actividad económica, la tasa de inflación interanual se más que duplicó en los últimos 12 meses, y la promesa de “orden fiscal” fue ampliamente incumplida, las metas trimestrales con el FMI quedaron obsoletas.


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