Se acercan las Fiestas y la pregunta es siempre la misma: ¿qué servimos de postre que sea rico, fresco y no nos obligue a estar horas frente al horno con 30 grados? La respuesta llega de la mano de una reversión inspirada en la clásica pastelería chilena, pero adaptada a la practicidad que buscamos hoy.
Ingredientes (Molde de 18 cm) Preparación paso a paso
1 pote de dulce de leche (400 g)
1 paquete de galletitas de agua (o tostadas)
1 pote de queso crema (400 g)
100 cc de leche condensada
250 g de frutillas limpias
100 g de frambuesas (frescas o congeladas)
La base: Triturá las galletitas y mezclalas con el dulce de leche hasta formar una pasta firme.
El armado: Colocá la mitad de esa pasta en un molde desmontable (o budinera) presionando bien.
El relleno: En un bol aparte, integrá el queso crema con la leche condensada y sumá las frutas.
Capas: Volcá la mezcla de crema y fruta sobre la base de galletitas.
Cierre: Cubrí todo con el resto de la pasta de galletitas y dulce de leche.
Frío: Llevá a la heladera por al menos 3 horas antes de desmoldar.