Miles de transportistas tomaron las calles de La Paz este martes en una masiva protesta contra la aguda escasez de combustible que azota Bolivia, un problema que se ha intensificado en el último mes.
Los manifestantes, provenientes de diversos sindicatos del transporte público, marcharon desde El Alto hasta el centro paceño para exigir al Gobierno de Luis Arce medidas urgentes frente a la falta de diésel y gasolina, esenciales para su labor diaria, así como soluciones a la escasez de dólares y el alza en los precios de productos básicos.
“El transporte está harto. Las filas para cargar combustible son interminables, de kilómetros, y este Gobierno sigue mintiendo. Ya no le creemos”, declaró Edwin Condori, líder de la Federación Andina de Choferes Primero de Mayo, en diálogo con medios locales. Condori llamó a los transportistas de todo el país a unirse a las protestas y anunció que exigirán la renuncia de varios ministros y autoridades de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), a quienes responsabilizan por la crisis.
Bloqueos y reclamos paralelos
En un contexto de creciente tensión, seguidores del expresidente Evo Morales iniciaron bloqueos en rutas clave del centro del país, interrumpiendo el tránsito hacia el oeste y el este. Los campesinos, cocaleros y simpatizantes del exmandatario (2006-2019) demandan la renuncia de Arce y la habilitación de Morales como candidato presidencial para las próximas elecciones.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) enfrenta presiones para inscribir a Morales, a pesar de que el Tribunal Constitucional Plurinacional ratificó que la reelección continua está limitada a un solo período adicional, lo que lo inhabilitaría tras sus tres mandatos.
Los bloqueos, que buscan también respuestas a la escasez de dólares y combustible, han agravado las dificultades de movilidad en el país. Los manifestantes aseguran que su lucha es por “garantizar la democracia” y resolver la crisis económica que afecta a los bolivianos.
Amenazas de escalada y respuesta oficial
Edson Valdez, dirigente transportista, advirtió que la marcha en La Paz es solo “el primer paso” y no descartó una huelga indefinida si el Gobierno no atiende sus demandas. Durante la jornada, grupos de choferes bloquearon calles en barrios de la zona sur de La Paz, impidiendo el paso de vehículos y generando caos en la ciudad.
La crisis de combustible, que arrastra desde 2024, ha alcanzado niveles críticos en las últimas semanas. Filas de vehículos de varios kilómetros y esperas de hasta 24 horas para cargar combustible son ahora una constante, afectando no solo al transporte público, sino también a la economía y el día a día de los ciudadanos.
Ante los rumores de divisiones internas, las Fuerzas Armadas emitieron un comunicado reafirmando su lealtad a la Constitución y su respaldo al Gobierno de Luis Arce, desmintiendo cualquier fractura en su institución y comprometiéndose a garantizar la estabilidad del país.
La confluencia de protestas, bloqueos y demandas cruzadas refleja un escenario de alta conflictividad en Bolivia, donde la crisis económica y política amenaza con escalar si no se encuentran soluciones inmediatas.