La mañana de este jueves se vio sacudida por un violento episodio frente a la Sinagoga de la Congregación Hebrea de Heaton Park, en el barrio de Crumpsall, al norte de Mánchester, Inglaterra. Durante la celebración de Yom Kippur, la festividad más importante del calendario judío, un vehículo embistió a transeúntes y un hombre fue apuñalado, dejando al menos dos muertos y tres personas gravemente heridas.
El incidente comenzó cerca de las 9:31, cuando un testigo alertó a las fuerzas de seguridad sobre el automóvil que arrollaba a las personas y sobre el ataque con arma blanca. Minutos después, la policía desplegó agentes armados y abrió fuego contra el sospechoso, quien fue abatido en el lugar, según confirmaron las autoridades. El Servicio de ambulancias del noroeste llegó rápidamente y prestó asistencia a las víctimas, que presentaban lesiones tanto por el impacto del vehículo como por la apuñalada recibida.
Andy Burnham, jefe del área metropolitana de Mánchester, señaló que el atacante se encontraba muerto, descartando un peligro inmediato para la comunidad. Además, pidió prudencia en redes sociales y destacó la preocupación de la comunidad judía local ante los hechos.
La Policía del Gran Mánchester declaró el episodio como un “suceso grave” y activó el protocolo nacional denominado Operación Plato, diseñado para responder ante ataques en marcha y coordinar múltiples agencias de seguridad. Sin embargo, las autoridades aclararon que este procedimiento no implica necesariamente que se trate de un ataque terrorista.
El hecho generó alarma internacional al ocurrir en plena festividad judía, un momento de oración y recogimiento. La combinación de un vehículo que embiste a personas y el ataque con arma blanca demuestra la peligrosidad del incidente y subraya la necesidad de medidas de seguridad en lugares de culto y concentración de público.
Hasta el momento, no se ha identificado la motivación del agresor ni su vinculación con organizaciones externas. Las autoridades locales mantienen un operativo en la zona para investigar los detalles del suceso, recabar testimonios de testigos y analizar imágenes de cámaras de seguridad.
El ataque ha generado conmoción en la comunidad judía de Mánchester, que se encontraba reunida en la sinagoga para la celebración de Yom Kippur. Líderes religiosos y autoridades locales expresaron su repudio y llamaron a la calma, mientras los servicios de emergencia continúan asistiendo a los heridos y evaluando su estado de salud.
El suceso recuerda la vulnerabilidad de lugares de culto ante actos violentos y la importancia de protocolos de respuesta rápida por parte de las fuerzas de seguridad. La policía y los organismos de emergencia mantienen vigilancia estricta en la zona para garantizar la seguridad de la población y evitar nuevos incidentes.