Una estación petrolera de la región rusa de Chuvasia, ubicada en el suroeste del país, fue blanco este sábado de un ataque con drones llevado a cabo por las Fuerzas Armadas de Ucrania, provocando la suspensión de todas las actividades en la instalación.
El gobernador de Chuvasia, Oleg Nikolaev, informó que la estación afectada se encuentra cerca del río Volga, a la altura de la localidad de Konar, y que no se registraron víctimas. Según indicó, los daños son “menores” y no comprometen de manera grave la infraestructura. La zona del impacto se encuentra a aproximadamente 1.200 kilómetros del territorio ucraniano.
El ataque se enmarca en una serie de bombardeos ucranianos contra instalaciones petroquímicas y refinerías rusas durante los últimos meses, especialmente en el sur del país. Las autoridades rusas confirmaron que la estación de bombeo suspendió sus operaciones como medida de seguridad tras el incidente.
Si bien el impacto económico y ambiental aún no ha sido detallado por las autoridades, este episodio refuerza la estrategia ucraniana de apuntar a la infraestructura energética rusa, con el objetivo de afectar la producción y distribución de petróleo y gas en plena guerra.
La escalada de ataques con drones se ha convertido en un nuevo frente en el conflicto, demostrando la capacidad de Ucrania de realizar incursiones a larga distancia sobre territorio ruso sin que se reporten bajas humanas significativas en estos episodios recientes.
Este hecho se suma a una serie de operaciones estratégicas que buscan debilitar sectores clave de la economía rusa mientras continúa la ofensiva militar ucraniana y la respuesta de Moscú en diferentes frentes.