Debido a las trabas para importar combustibles, el cepo al dólar y los controles de precios del Estado a través de YPF, este viernes estalló la escasez de nafta en todo el país.
A pesar de que los argentinos del interior vienen reportando faltante de combustibles hace varias semanas, la noticia explotó esta semana debido a que el problema de la escasez llegó a los polos productivos y pone en riesgo romper la cadena de abastecimiento de toda la zona portuaria argentina.
Este domingo por la mañana se volvió a repetir la misma postal que se ve desde el jueves a la noche: largas filas en estaciones de servicio, que ponen cupos de hasta 10 litro por vehículo, y las personas desesperadas porque se acerca el lunes y no van a tener nafta en el tanque.
Massa anunció el viernes por la noche que liberaría de emergencia unos US$ 400 millones de dólares para que las petroleras puedan importar diez buques de combustible, y en un desafortunado comentario le atribuyó el pico de demanda a una “psicosis” de los argentinos por los precios.
Este insulto a los trabajadores además de erróneo demuestra la profunda ignorancia que tiene acerca de cómo funciona la economía que él mismo dirige. Desde el 2012 que YPF como una empresa estatal impone el precio en el mercado de distribución de Combustible Líquido y Gas Natural.
El precio que establece YPF suele tener que ser respetado por las demás distribuidoras. Sin embargo, desde que empezó la campaña Massa anunció que mantendría este “precio patrón” artificialmente bajo, como parte de su “Plan Platita“.
Los precios congelados hicieron que la demanda fuera a YPF, pero la empresa tuvo una parada en su refinería, no pudo importar por las trabas a los dólares y generó un efecto en cadena que terminó con el desabastecimiento total que se vive en estos días.
En la noche del jueves, la mayoría de las estaciones de servicio estaban sin combustible y los playeros reconocieron que no era un problema de los surtidores, como intentó instalar el kirchnerismo, si no que es porque las petroleras estaban enviando menos cantidad.
El viernes y el sábado se repitieron las escenas durante todo el día, y la situación se torna cada vez más desesperante para las personas que tienen que ir a trabajar con el auto el lunes, sea para desplazarse o para usarlo como medio de trabajo.
