MÁS DE NACIONALES



Cifra obscena

Casta privilegiada: senadores se suben el sueldo a $9,5 millones

En abril del 2024 votaron un aumento que incluía una cláusula que dejó atada la actualización salarial a los acuerdos que cerraran los empleados del Poder Legislativo.

Casta privilegiada: senadores se suben el sueldo a $9,5 millones

En un nuevo capítulo de descarada autocomplacencia, los senadores de la Nación se han asegurado otro aumento salarial que elevará sus dietas a más de $9,5 millones mensuales, una cifra obscena que escupe en la cara de millones de argentinos que luchan por llegar a fin de mes.

 

Este incremento, acordado en la paritaria del Congreso, no es más que la continuación de una práctica cínica que los legisladores de la Cámara Alta han perfeccionado: llenarse los bolsillos mientras el país sufre las consecuencias de años de populismo que terminó estallando en una crisis de inflación, pobreza y desesperanza. 

El aumento, que suma unos $360.000 a sus ya abultados ingresos, no surge de la nada. En abril de 2024, estos mismos senadores, con una votación a mano alzada y sin el menor atisbo de debate, se ataron subrepticiamente a las actualizaciones salariales de los empleados legislativos. Una maniobra rastrera, diseñada para camuflar su codicia bajo la excusa de la "paridad". Ni siquiera tuvieron la decencia de discutir el tema en público, como si la transparencia fuera un lujo que el pueblo no merece. Y ahora, con el aval de Martín Menem y Victoria Villarruel, presidentes de ambas Cámaras, rubricaron un incremento del 1,3% para marzo, abril y mayo, que podría incluso incluir un jugoso retroactivo. ¿Cuánto más pueden exprimir a un país que ya no da más?

Villarruel, que alguna vez intentó hacerse la heroína frenando el descongelamiento de las dietas en diciembre pasado, no logró más que un gesto vacío. Su supuesto intento de resistencia fue un fiasco: no convenció a los jefes de bloque y terminó cediendo al festín salarial. Mientras tanto, el pueblo argentino, que enfrenta una inflación galopante y sueldos que se pulverizan, observa atónito cómo sus representantes se regodean en privilegios. ¿Qué mensaje envían estos senadores al votar aumentos en sesiones express, sin debate, mientras los trabajadores comunes ven sus ingresos devorados por la crisis?

Este nuevo atraco al erario público no es solo una cuestión de números; es un símbolo de la desconexión absoluta de una casta política que vive en una burbuja de lujo y desdén. Mientras los gobernadores negocian con el Ejecutivo planes para sacar dólares del colchón, los senadores parecen más preocupados por llenar sus propios colchones con billetes. Es una afrenta intolerable, una bofetada a la dignidad de un pueblo que merece representantes que trabajen por el bien común, no que se sirvan de él. ¿Hasta cuándo seguiremos soportando este circo de avaricia en el Congreso?

 


¿Te gustó la noticia? Compartíla!