El Gobierno nacional aseguró que la pobreza en la Argentina se redujo al 27,5% de la población durante el tercer trimestre de 2025, de acuerdo a una estimación elaborada a partir de información estadística oficial. El dato fue difundido por el Ministerio de Capital Humano y se apoya en proyecciones realizadas por el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, utilizando como base los registros del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
De confirmarse esta estimación, se trataría de una de las caídas más pronunciadas de los últimos años en los indicadores sociales, con un descenso de 10,8 puntos porcentuales en comparación con el mismo período de 2024. Además, desde el inicio de la gestión del presidente Javier Milei, la pobreza habría disminuido 27,3 puntos porcentuales, según los cálculos oficiales difundidos en las últimas horas.
El informe presentado por el área social del Gobierno también incluye datos vinculados a la indigencia. En ese sentido, se indicó que la pobreza extrema habría bajado 3,8 puntos porcentuales en relación con el tercer trimestre del año pasado y que, desde el comienzo de la actual administración, el descenso acumulado sería de 14,8 puntos. De esta manera, el índice de indigencia se ubicaría en torno al 5,4% de la población.
Desde el Ejecutivo nacional se remarcó que estas cifras reflejan que millones de personas habrían logrado salir de situaciones de extrema vulnerabilidad en el último año. El Gobierno atribuye esta evolución a una combinación de factores, entre ellos la desaceleración de la inflación, la recomposición parcial de ingresos y cambios en la política de asistencia social, con un esquema más focalizado en los sectores considerados de mayor riesgo.
Los números difundidos corresponden a una proyección y no reemplazan al informe oficial de pobreza que publica periódicamente el Indec. En ese sentido, habrá que esperar varios meses para conocer el dato definitivo, ya que el organismo estadístico suele informar los niveles de pobreza de manera semestral. El último informe oficial disponible corresponde al primer semestre de 2025.
Ese reporte ya había mostrado una baja significativa en comparación con el pico alcanzado durante el primer semestre de 2024. Según los datos oficiales, en la primera mitad de 2023 la pobreza alcanzaba al 40,1% de la población, cifra que se incrementó de manera abrupta hasta el 52,9% en el período enero-junio de 2024, en un contexto marcado por la aceleración inflacionaria y la pérdida de poder adquisitivo. Posteriormente, en los primeros seis meses de 2025, el índice descendió al 31,6%, anticipando una tendencia a la baja que ahora el Gobierno da por consolidada.
En provincias como Salta, donde los indicadores sociales históricamente se ubican por encima del promedio nacional, la evolución de estos datos es seguida con especial atención. En el norte argentino, la pobreza y la indigencia tienen un impacto directo en comunidades urbanas y rurales, y cualquier mejora en los indicadores nacionales genera expectativas sobre una posible mejora en la situación local.
Especialistas en temas sociales advierten, no obstante, que los promedios nacionales suelen esconder realidades muy distintas entre regiones. En el caso de Salta, factores como el empleo informal, las economías regionales y el acceso desigual a servicios básicos influyen de manera determinante en los niveles de pobreza. Por eso, señalan que será clave analizar cómo se traducen estas cifras generales en los datos específicos de la provincia y del NOA.
Desde el Gobierno nacional sostienen que la tendencia a la baja responde a un cambio de rumbo en la política económica y social, con un fuerte énfasis en el equilibrio fiscal y la reducción de la inflación. En ese marco, consideran que la estabilidad macroeconómica es una condición necesaria para que los ingresos recuperen capacidad de compra y se reduzcan los niveles de pobreza de manera sostenida.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Capital Humano destacó la reorganización de los programas sociales y el control sobre los planes de asistencia como uno de los ejes de la estrategia para reducir la pobreza estructural. Según el enfoque oficial, la depuración de padrones y la focalización de la ayuda permitirían que los recursos lleguen efectivamente a quienes más lo necesitan.
En Salta, distintos sectores sociales y políticos siguen de cerca estos anuncios, a la espera de que los próximos informes oficiales del Indec permitan confirmar si la tendencia nacional se replica en la provincia. En los últimos años, el impacto de la crisis económica se sintió con fuerza en barrios populares de la Capital y en localidades del interior, donde el empleo informal y la falta de oportunidades profundizaron situaciones de vulnerabilidad.
Mientras tanto, los datos difundidos por el Gobierno abren un nuevo capítulo en el debate sobre la evolución de la pobreza en la Argentina y el rumbo de las políticas públicas. Con la publicación del próximo informe semestral del Indec, se podrá evaluar con mayor precisión si la reducción anunciada se consolida y cuál es su alcance real en las distintas regiones del país, incluida la provincia de Salta.