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¡MASSA HUNDE AL PAÍS!

El país se queda sin combustible y los buques de carga están varados por la falta de dólares

El cepo cambiario empieza a mostrar sus efectos nocivos en la economía. YPF tiene tres buques de carga esperando para ingresar a la Argentina, pero no pueden entrar porque el BCRA no habilita el pago a los proveedores en el exterior.

El país se queda sin combustible y los buques de carga están varados por la falta de dólares

El cepo cambiario, cada vez más estrangulado y más estricto, está haciendo colapsar al aparato productivo del país. Cada vez más operaciones se ven postergadas o ya directamente boicoteadas por la presión aplastante del Banco Central y de las autoridades de aduana.

El desabastecimiento de nafta y gasoil llegó a toda la Argentina esta semana y se profundiza cada vez más. Pero esto no es más que la consecuencia de la escasez de dólares que provoca el disfuncional sistema cambiario de Sergio Massa. La falta de dólares impide financiar las importaciones que necesita la economía para funcionar normalmente.

Los buques de carga con combustible se encuentran varados en el mar a la espera de que el Banco Central habilite la venta de dólares para poder efectuar los pagos a los proveedores en el exterior. Si el BCRA no habilita los pagos, los buques no pueden ingresar al país y se profundizará cada vez más el desabastecimiento.

El resultado fue una disparada brutal en los precios por el efecto de la escasez. En algunas localidades del país la nafta ya se está pagando hasta $700 por litro, prácticamente el doble de lo que indica el “valor oficial” que fija el Gobierno a las empresas. Por otra parte, las estaciones de servicio que no alteraron el precio se vieron obligadas a establecer cupos de la misma manera que en Cuba o Venezuela.

La gigante YPF mantiene hasta 3 buques en espera por esta situación, y lo mismo ocurre con otras firmas relevantes en el mercado. El BCRA congeló deliberadamente todos los pagos en divisas para las empresas BP Plc y Gunvor, ambas proveedoras de la petrolera estatal.

No hay dólares al tipo de cambio oficial, que se mantiene artificialmente congelado en $350 para el segmento mayorista y $367 para el minorista. La brecha cambiaria oscila entre el 150% y el 200%, y el tipo de cambio real multilateral ya retrocedió a los niveles más bajos desde diciembre de 2017. No hay manera de poder sostener este desequilibrio por mucho más tiempo.

El Gobierno se verá irremediablemente obligado a efectuar una violenta devaluación aún más drástica que la del mes de agosto, pero trata de postergar el impacto para llegar a las elecciones de noviembre sin un caso inflacionario mayúsculo.

La generalización del dólar exportador solamente significó un alivio desde el punto de vista de la liquidación de divisas, con las cuales el BCRA obtuvo un mauor poder de maniobra (por mínimo que sea), pero el abaratamiento artificial de las importaciones no fue atacado por las medidas.

Hace 7 días que el BCRA no habilita ni un solo pago para proveedores en el exterior, reflejando la situación crítica a la que llegó el sistema bajo la gestión de Massa. Como si esto no fuera suficiente, el próximo vencimiento con el FMI asciende a US$ 2.600 millones y las reservas netas retrocedieron a niveles históricamente negativos.


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