Mauricio Macri oficializó lo que ya era un secreto a voces: el PRO retomó el diálogo con La Libertad Avanza (LLA) y avanzan hacia un acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires. “La prioridad del PRO va a ser ayudar a que este Gobierno tenga éxito”, afirmó el exmandatario durante el evento “Energía Chubut 2050”, en el hotel Four Seasons. El entendimiento busca consolidarse en un frente común contra el peronismo en territorio bonaerense, donde el gobernador Axel Kicillof aparece como el principal adversario.
El presidente del PRO en la provincia, Cristian Ritondo, recibió el mandato de la conducción nacional para sellar el pacto. “Es lo que nos pide nuestra gente, y es lo que el país necesita”, justificó Macri. También reconoció que el PRO “ha apoyado sistemáticamente” al gobierno libertario “como nunca antes lo hizo un partido que no es parte de la coalición de gobierno”.
Una negociación áspera
Sin embargo, detrás del discurso conciliador se esconde una negociación áspera: en juego hay más de mil cargos entre senadores, diputados provinciales, concejales y consejeros escolares. La disputa se extiende a los 135 municipios, donde LLA logró estructurar su propio armado pero reconoce que el PRO aporta nombres con peso propio y mejor llegada al electorado opositor a Kicillof.
En ese contexto, Macri fue enfático: “Soñamos llegar a una inflación de un dígito, necesitamos generar más confianza en el mundo. El cambio no va a alcanzarlo este gobierno, ni el que viene. Requiere de varios gobiernos consecutivos”.
Desde el entorno libertario, los emisarios de Sebastián Pareja aseguran estar dispuestos a discutir cada lista, pero ponen condiciones: “Cada una de las boletas debería estar encabezada por un libertario. Eso no se canjea por nada”. En LLA también advierten que sin el PRO no alcanzan a disputar seriamente el control provincial, aunque insisten: “Si juegan por afuera sacan 5 o 6 puntos. Si juegan con nosotros, mantienen la vigencia de su carrera política”.
Reparto de lugares en las listas entre el Pro y LLA
El mapa de la provincia muestra zonas de mayor flexibilidad. En secciones como la Segunda, la Cuarta y la Sexta, los libertarios admiten menor implantación y se muestran más abiertos a acuerdos con intendentes del PRO. En cambio, el Conurbano Sur —donde el kirchnerismo conserva mayor peso— es un territorio en el que LLA quiere pisar fuerte. Allí el margen de negociación se achica para los macristas, aunque algunos operadores mencionan con ironía la figura de Diego Santilli: “Ahí, si quieren, puede ir a competir él”, deslizan.
Santilli, sin embargo, no tiene asegurado un lugar expectante en la boleta de octubre. En la Casa Rosada —donde Santiago Caputo marca el rumbo— consideran que quien mejor mide es José Luis Espert. “Más que Santilli y más que otras opciones. Es hoy el candidato mejor posicionado”, explicó una fuente oficial. “El Profe”, como lo llaman, cuenta con el aval directo del presidente Javier Milei y se proyecta como cabeza de lista para la elección nacional.
Distrito por distrito
En paralelo, dirigentes clave como Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), Ramón Lanús (San Isidro) y Soledad Martínez (Vicente López) evalúan sus propias condiciones. Montenegro negocia distrito por distrito; Lanús impulsa el acuerdo sin reservas; y Martínez pone condiciones, entre ellas, sumar a la UCR al pacto.
La interna también atraviesa al universo libertario. Agustín Romo (diputado provincial) y Nahuel Sotelo (secretario de Culto) encarnan al ala de Las Fuerzas del Cielo, agrupación liderada por Caputo. En el Gobierno aclaran que muchas decisiones electorales “desembocan en Rosada”, donde Caputo tiene la última palabra.
El avance del acuerdo con el PRO es visto como una pieza clave en la estrategia de consolidación política del oficialismo. "La confianza se logra a partir de un consenso entre todos los poderes del Estado en transmitir un mensaje previsible", sentenció Macri. En esa línea, destacó la gestión del gobernador chubutense Ignacio Torres, a quien llamó “el Kuwait argentino”, y aconsejó: “Hay que dar peleas iniciales, los primeros meses valen triple punto, como en el Scrabble”.
Mientras se tensan las negociaciones por cargos y liderazgos, el objetivo compartido sigue en pie: disputar el control del mayor distrito del país y ampliar la base de sustentación del gobierno nacional. El desenlace se jugará en las próximas semanas, con la mirada puesta en las elecciones provinciales de septiembre y las nacionales de octubre.
