En una ciudad aún marcada por las cicatrices de las devastadoras inundaciones que azotaron el país, la promesa de solidaridad debería ser un faro de esperanza. Sin embargo, lo que Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), presentó como un gesto de compromiso social se ha transformado en un nuevo motivo de indignación para los damnificados.
La campaña #UnGolXUnTecho, lanzada con bombos y platillos tras el resonante 4 a 1 de la Selección Argentina frente a Brasil, prometía una vivienda por cada gol en las Eliminatorias Sudamericanas. Pero lo que se esperaba como un acto de justicia social terminó siendo un cruel reflejo de la desconexión entre los discursos grandilocuentes y la realidad.
Las “casas” presentadas por Tapia en el predio de la AFA no son más que estructuras precarias de madera y chapa, levantadas sobre un suelo de barro que no resistiría ni el próximo temporal. Lejos de ser viviendas dignas, estas construcciones, exhibidas con orgullo en redes sociales, han sido calificadas por los propios vecinos de Bahía Blanca como “una burla” y “un insulto a quienes lo perdieron todo”.
La foto que Tapia compartió, con una sonrisa que contrasta con la indignación colectiva, no hace más que profundizar la percepción de oportunismo. ¿Dónde está la pasión que el presidente de la AFA proclamó? ¿En qué momento el fútbol, ese motor de emociones nacionales, se convirtió en una herramienta de marketing para maquillar la inacción?
La campaña #UnGolXUnTecho, que en principio generó ilusión, se desmorona bajo el peso de sus propias limitaciones. Cuatro goles, cuatro “casas”. Pero, ¿qué significa una vivienda si no ofrece seguridad, estabilidad ni dignidad? Las críticas en redes sociales no se hicieron esperar: “¿Esto es una casa? Ni un galpón resiste tan poco”, escribió un usuario en X. Otro señaló: “Tapia usa el fútbol para lavarse la cara mientras los damnificados siguen en la lona”. La colaboración con TECHO, una organización con trayectoria en soluciones habitacionales de emergencia, no logra disimular la precariedad del proyecto. Las imágenes de las estructuras, que apenas cumplen con los estándares mínimos, contrastan con el relato triunfalista de la AFA.
En un país donde la política y el fútbol siempre han ido de la mano, Tapia parece haber aprendido bien el arte de la demagogia. Mientras los flashes lo acompañan en cada acto público, las familias de Bahía Blanca siguen esperando soluciones reales. La solidaridad no puede ser un eslogan ni una foto en redes sociales; requiere compromiso, transparencia y, sobre todo, resultados concretos. La AFA, con sus millonarios ingresos y su influencia cultural, tiene la oportunidad de hacer la diferencia, pero elige el camino fácil de la puesta en escena.
Este 2025, Bahía Blanca no necesita más promesas vacías ni casillas que se desarman con el viento. Necesita políticas públicas efectivas y un liderazgo que entienda que la pasión del fútbol no se mide en goles, sino en el impacto real que puede tener en la vida de quienes más lo necesitan. Tapia, con su campaña, no solo ha fallado a los damnificados; ha traicionado la confianza de un país que aún cree en el poder transformador del deporte. #UnGolXUnTecho no es una solución; es un recordatorio de que, en Argentina, las grandes promesas suelen quedarse en el área chica.
La polémica por la calidad de las "casas"
Sin embargo, la iniciativa, que en principio fue celebrada, rápidamente quedó envuelta en una fuerte polémica tras conocerse las características de las casas que serían entregadas.

Las imágenes mostraron estructuras precarias, construidas sobre barro, con madera y techos de chapa, muy diferente a lo que la gente esperaba luego de anunciar el proyecto de donación de "casas".
Las redes sociales se inundaron de críticas, con comentarios irónicos, memes y cuestionamientos directos. “Una cárcel es más seguro que eso Chiqui. No podés revestir con machimbre, o poner una chapa sin aislante, etc”, escribió un usuario en X.
Otros agregaron: “Se acuerdan de la campaña de AFA que por cada gol que metía la selección iban a regalar una casa? Bueno así son las casas, díganme que es joda por favor”.
Aunque algunos destacaron el gesto, numerosos usuarios pusieron el foco en la falta de planificación y sensibilidad, teniendo en cuenta la gran cantidad de dinero que maneja la AFA.