Por Cristina Fiore Viñuales (*)
Durante las horas y días posteriores al lanzamiento de nuestro espacio político hemos visto como muchas voces del oficialismo, y otras de medios militantes, se empeñaban en intentar mostrar supuestas contradicciones en la confluencia de distintos espacios políticos en nuestro frente electoral. Vimos a funcionarios del ejecutivo desfilando y rasgándose las vestiduras, horrorizados por la constitución de #Avancemos, repitiendo obedientes directrices de algunos que intentan instalar la idea de que nada nos une verdaderamente.
Nuestro espacio es una nueva construcción y concepción de la política que entiende lo indispensable de constituir una “Nueva Mayoría” que de una vez por todas represente y brinde soluciones a los salteños que sufren y padecen la triste realidad que está dejando este gobierno en la provincia.
Lo que nos une y moviliza es la dramática situación de los servicios públicos, con más de la mitad de la provincia sin agua y con la otra mitad consumiendo una de dudosa potabilidad, con boletas de luz que reflejan un tarifazo impagable para la mayoría de los hogares y pymes; la proliferación de hechos delictivos terribles vinculados al narcotráfico, con una preocupante actuación de las mismas autoridades que deberían evitarlos; la caída sin precedentes de la calidad educativa, con colegios dando clases en plazas y patios, con resultados de las pruebas aprender por debajo de la media nacional y con padres y madres rogando por lugares en escuelas que no pueden abrir aulas por la falta de una inversión mínima en seguridad e infraestructura; la gravedad de un sistema de salud DETONADO, con una madre dando a luz en la vereda, con hospitales cabecera de departamentos del interior sin médicos ni especialistas, con casos de desnutrición y mortalidad infantil que nos duelen y lastiman.
La pregunta que creo verdaderamente deberíamos hacernos es, entonces, si podemos no unirnos en pos de cambiar todo esto, si como dirigencia política no es nuestra responsabilidad dejar de lado diferencias “nacionales” en pos de presentar a nuestros comprovincianos a los mejores candidatos y proyectos para dar el giro que la provincia necesita inevitablemente.
En lo personal creo que la tristeza de nuestra gente, que ora y labora por una realidad que no la lastime constantemente, no tiene ni afiliación política ni pertenencia partidaria.
Discutir, o pretender poner sobre la mesa la idea de si se puede coexistir, o no, en unidad más allá de las diferencias ideológicas, y en pos del beneficio de todos y cada uno de los salteños no es más que bregar por los intereses propios y egoístas de unos cuantos. Esos mismos que se aferran al poder como única forma de vida y en beneficio propio.
Vamos a cambiar Salta y contra todo esto lucharemos.
(*) Abogada, diputada provincial e integrante del frente político Avancemos
