La causa judicial por los audios que sacudieron a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) sumó este viernes un capítulo clave. A pedido del fiscal Franco Picardi y con la autorización del juez Sebastián Casanello, la Policía llevó adelante tres operativos en simultáneo en distintos puntos del país para recolectar pruebas contra el exfuncionario Diego Spagnuolo.
Los procedimientos se realizaron en el country Altos de Campo Grande, en Pilar, donde reside el exfuncionario; en el barrio privado El Pato Country Club, en Berazategui; y en una sucursal del Banco Francés, en el barrio porteño de Almagro. El objetivo de los allanamientos fue secuestrar dispositivos electrónicos, documentación y cualquier elemento que aporte información a la investigación.
En la caja de seguridad que Spagnuolo posee en la entidad bancaria no se halló documentación, pero sí una suma de 60 mil dólares en efectivo. Ahora, la Justicia intentará determinar si ese dinero fue debidamente declarado ante los organismos fiscales.
Los operativos incluyeron también el requerimiento a las administraciones de ambos countries para que entreguen el registro completo de ingresos y visitas desde el 1 de enero de 2024 hasta la fecha. La medida busca establecer vínculos y movimientos relacionados tanto con Spagnuolo como con Daniel Garbellini, otro exfuncionario de la Agencia Nacional de Discapacidad que figura en la investigación.
La situación de Spagnuolo se complicó en las últimas horas tras la declaración de Fernando Cerimedo, exasesor de La Libertad Avanza. Cerimedo aseguró ante la Justicia que el exfuncionario le habló de un esquema de corrupción enquistado dentro de la ANDIS. Además, ratificó que conocía el contenido de los audios que luego se hicieron públicos y lo definió como “un amigo cercano”.
Dentro del Gobierno circulan dos hipótesis sobre el origen del material que salió a la luz. Una línea de investigación apunta a una maniobra entre Cerimedo y el empresario de medios Franco Bindi, a quien se habría entregado el material para su difusión. La otra posibilidad es que el propio Spagnuolo se haya grabado para luego filtrar los audios y provocar el estallido del escándalo.
El hallazgo de los 60 mil dólares en la caja de seguridad abre un nuevo frente para Spagnuolo, que deberá explicar el origen de esos fondos en medio de una causa que combina denuncias de corrupción, internas políticas y filtraciones mediáticas que aún no terminan de esclarecerse.