La violencia que desde hace semanas se viene gestando alrededor de Central Norte sumó un capítulo decisivo con la detención del presunto autor de las amenazas dirigidas contra el vocal del club, Daniel Cointe, y su familia. El caso, que encendió todas las alarmas en Barrio Norte, generó preocupación entre los hinchas, socios y dirigentes, ya que expuso un nivel de hostigamiento pocas veces visto en la vida institucional del “Cuervo”. La investigación logró identificar a un sospechoso vinculado directamente con las pintadas intimidatorias realizadas el jueves, un episodio que no solo tensó el clima interno sino que dejó al descubierto un conflicto que evidentemente venía escalando en silencio.
Según fuentes policiales, el operativo se llevó adelante durante la madrugada en una vivienda de la zona norte de la ciudad, donde los investigadores ya venían realizando tareas de seguimiento. Allí dieron con el hombre que habría participado activamente en la elaboración de las pintadas amenazantes contra Cointe, mensajes que aparecieron en distintos sectores del barrio y que rápidamente se viralizaron en redes sociales por su tono agresivo y directo. Las pintadas, que mencionaban al dirigente y a su entorno familiar, fueron consideradas por la Policía como un hecho grave, no solo por su contenido sino también por el contexto: Central Norte atraviesa un momento de alta sensibilidad institucional y cualquier indicio de violencia interna genera preocupación.
Durante el allanamiento, los efectivos secuestraron un vehículo presuntamente utilizado para trasladarse en el momento en que se habrían realizado las amenazas. También encontraron elementos relacionados con las pintadas —como aerosoles, indumentaria y otros materiales— que ahora forman parte del análisis pericial. En paralelo, se inició una actuación por tenencia de drogas al hallarse una cantidad menor de estupefacientes en poder del detenido, lo cual podría derivar en una causa paralela o en la ampliación del expediente principal.
La investigación se había activado de inmediato luego de que las amenazas se hicieran públicas. Los mensajes escritos en paredes cercanas al estadio y en distintos sectores del barrio no solo apuntaban contra Cointe sino que involucraban de manera directa a su familia, algo que provocó indignación y repudio dentro de Central Norte. Los propios dirigentes, que ya venían lidiando con tensiones internas y discusiones por la situación actual del club, consideraron este hecho como un límite inaceptable y pidieron una intervención rápida de las autoridades para evitar que la escalada continuara.
Las tareas policiales incluyeron análisis de cámaras de seguridad, testimonios recolectados en el barrio y un seguimiento detallado de movimientos sospechosos en la zona. En el entorno de Central Norte aseguran que la situación es un reflejo de un clima enrarecido que empezó a manifestarse con mayor claridad en las últimas semanas, coincidiendo con debates sobre decisiones institucionales y conflictos entre distintos sectores del club. Aunque los investigadores no revelaron si el detenido tiene vínculos directos con alguna facción de la hinchada, tampoco descartaron que pueda existir algún trasfondo relacionado con disputas internas.
El episodio generó un fuerte impacto dentro de la comunidad cuerva, que vive con intensidad cada acontecimiento que afecta al club. Para muchos socios, el avance de amenazas, pintadas y mensajes intimidatorios es una señal preocupante de que la violencia, que alguna vez estuvo circunscripta a sectores muy específicos, ahora podría estar intentando ganar espacio dentro del ámbito institucional. Por eso, la detención del sospechoso fue tomada como una medida necesaria para frenar el clima hostil y enviar un mensaje claro: la violencia no tendrá lugar en un club que se sostiene, históricamente, en la pasión de su gente.
El dirigente afectado, Daniel Cointe, no realizó declaraciones públicas luego de conocerse la novedad, pero personas cercanas a su entorno señalaron que la familia vivió momentos de angustia desde que las amenazas se hicieron visibles. El caso no solo toca fibras sensibles dentro del club, sino que también expone el riesgo que corren quienes participan activamente de su vida política e institucional, en un contexto donde los ánimos están exaltados y cualquier chispa puede encender conflictos mayores.
Mientras tanto, la Policía continúa con diligencias complementarias para determinar si hubo más personas involucradas en las intimidaciones o si el detenido actuó por cuenta propia. Las pericias sobre los elementos secuestrados, así como el análisis de los registros de cámaras en la zona, serán claves para establecer la secuencia completa de los hechos. No se descarta que la causa avance en las próximas horas con nuevas actuaciones, especialmente si surgen indicios que permitan profundizar en el móvil detrás de las amenazas.
