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OPERATIVO ANTIDROGAS

Cayó en la ruta 34 con más de cien cápsulas de cocaína y un pasaje a Europa

Gendarmería detuvo a un ciudadano paraguayo que llevaba droga oculta en su ropa y dentro de su cuerpo.

Cayó en la ruta 34 con más de cien cápsulas de cocaína y un pasaje a Europa

El combate al narcotráfico en el norte de Salta sumó un nuevo capítulo tras un operativo de Gendarmería Nacional que terminó con la detención de un hombre que transportaba más de un centenar de cápsulas de cocaína. El procedimiento ocurrió en el kilómetro 1.484 de la ruta nacional 34, a la altura de Salvador Mazza, uno de los puntos más sensibles de la frontera por la circulación constante de vehículos y el uso de taxis y remises para el traslado de pasajeros y mercadería.

El hombre detenido, de nacionalidad paraguaya, viajaba como pasajero en un taxi cuando personal del Escuadrón 61 “Salvador Mazza” detuvo el vehículo para un control preventivo de rutina. En esta zona, atravesada por la dinámica fronteriza y el flujo de personas que se movilizan entre Argentina y Bolivia, estos controles son frecuentes y buscan detectar no solo drogas, sino también armas, contrabando y documentación irregular. Fue en ese contexto que los gendarmes comenzaron a observar el comportamiento del pasajero, que llamó la atención por su nerviosismo y por la forma en que sostenía su campera.

Durante la inspección, los efectivos encontraron entre las prendas del hombre un total de 29 cápsulas con la apariencia típica de las utilizadas para el transporte de droga ingerida o ingerible. Cuando el hallazgo se confirmó, se activó el protocolo sanitario correspondiente. El sospechoso fue trasladado de inmediato al hospital zonal, donde se realizaron estudios radiográficos para determinar si llevaba más cápsulas en el interior de su organismo. Las imágenes fueron contundentes: el hombre tenía alojadas decenas de unidades adicionales, lo que indicaba un intento de trasladar la droga como “correo humano”.

Este tipo de modalidad, aunque conocida, sigue encendiendo alarmas por los riesgos para la salud que implica y por estar asociada a redes organizadas de narcotráfico que operan con logística internacional. En las horas posteriores a su internación, bajo supervisión médica, el detenido expulsó otras 84 cápsulas, lo que llevó el total a 113. Cada unidad fue verificada individualmente y sometida a pruebas Narcotest, que arrojaron como resultado la presencia de cocaína. El peso final ascendió a 733 gramos.

La cantidad y la forma de transporte revelan que no se trataba de un movimiento improvisado, sino de un método estructurado que suele utilizarse para mover droga desde zonas de frontera hacia centros urbanos, y desde allí hacia conexiones aéreas internacionales. Ese dato se volvió aún más evidente cuando los gendarmes revisaron la documentación del detenido y encontraron un pasaje aéreo hacia Europa, con itinerario Buenos Aires – Fráncfort, uno de los destinos más utilizados como escala para la distribución en distintos países. La combinación entre el destino final, la cantidad de cápsulas y el intento de ocultamiento confirma para los investigadores que el hombre formaría parte de una red más amplia.

En los últimos años, los controles en el corredor de la ruta 34 se intensificaron, especialmente en puntos estratégicos como Salvador Mazza, Aguaray y Tartagal. Entre el tránsito de transporte de cargas, colectivos, remises y taxis, los gendarmes deben identificar en segundos comportamientos o detalles que puedan indicar una maniobra ilícita. Los “tragones”, como se conoce informalmente a quienes llevan droga dentro del cuerpo, suelen ser detectados por actitudes nerviosas, movimientos torpes o respuestas evasivas durante la identificación. En esta ocasión, fue una mezcla de gestos y elementos físicos lo que llevó a los efectivos a una revisión más exhaustiva.

La modalidad utilizada, pese a ser extremadamente peligrosa, continúa vigente porque permite trasladar droga de alta pureza en pequeñas cantidades, con la expectativa de pasar inadvertida en terminales de ómnibus o aeropuertos. Sin embargo, cada vez son más los casos detectados en controles en ruta, donde la presencia de fuerzas federales logra interrumpir la cadena antes de que la droga ingrese a redes logísticas mayores. En particular, el trabajo de los escuadrones de Gendarmería en Salta ha permitido fortalecer la vigilancia en zonas de frontera, lo que resulta clave para frenar movimientos hacia el centro del país.

El operativo también pone en evidencia la sofisticación de algunas organizaciones criminales que operan en la región. El hecho de que el detenido tuviera un pasaje con destino a Europa sugiere una estructura que financiaba el traslado, cubría los gastos previos y planificaba rutas internacionales para aprovechar las conexiones aéreas desde Buenos Aires. La modalidad del “correo humano” permite mover droga sin grandes bultos o cargas, pero requiere un control estricto por parte de quienes integran la cadena delictiva. Los riesgos para la vida del transportista son altos: si una cápsula se rompe en el interior del cuerpo, las consecuencias pueden ser fatales en cuestión de minutos debido a la concentración de la sustancia.

Las autoridades federales ya trabajan para determinar quiénes están detrás de la planificación del envío y cuáles eran los puntos de contacto en Buenos Aires y en Europa. La Justicia Federal deberá definir en las próximas horas las imputaciones correspondientes y avanzar con las medidas de investigación que permitan establecer si el detenido actuaba solo como eslabón de transporte o si tenía vínculos concretos con una red mayor de narcotráfico. No se descarta que el análisis de su teléfono, agenda y movimientos previos pueda aportar datos clave.

Para la zona de Salvador Mazza, este tipo de procedimientos no es nuevo, pero cada caso reafirma la importancia del trabajo constante de control. La frontera norte, por su extensión y su intensa actividad diaria, requiere vigilancia combinada entre Gendarmería, Migraciones, Aduana y las autoridades provinciales. La ruta 34, que atraviesa el departamento San Martín y conecta con provincias como Jujuy, Chaco y Santa Fe, funciona como uno de los corredores más utilizados por el narcotráfico para trasladar cargamentos hacia el centro del país.

La detención del ciudadano paraguayo, además de impedir que la droga llegue a una instancia de distribución internacional, vuelve a poner en agenda la necesidad de sostener y reforzar los operativos de control en el norte salteño. Cada cápsula recuperada es también un indicio de un circuito más grande que busca burlar los controles estatales. En este caso, la intervención de los gendarmes no solo evitó un traslado riesgoso para la salud del propio detenido, sino que también permitió cortar una operatoria que, de haberse concretado, habría tenido destino final en el mercado europeo, donde la cocaína alcanza valores enormemente superiores.

En las próximas horas, el hombre permanecerá bajo custodia a disposición de la Justicia Federal, que deberá avanzar con la imputación y profundizar la investigación. Lo que sucedió en la ruta 34 vuelve a recordar que el corredor norte continúa siendo un punto caliente en la lucha contra el narcotráfico, y que cada control preventivo puede derivar en un golpe significativo para las redes criminales que intentan operar en la provincia de Salta.


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