En la mañana de este lunes, una joven salteña que caminaba por barrio El Milagro, en la zona este de la capital, fue sorprendida por otra mujer que, en pleno ataque de desesperación, la amenazó y le robó la cartera, las zapatillas blancas que llevaba puestas y otros elementos personales. El hecho ocurrió en una calle transitada y dejó en shock a los vecinos.
La víctima, también de condición humilde, empezó a gritar pidiendo ayuda. Algunos transeúntes se acercaron y de inmediato llamaron al 911. Con la descripción que brindó la joven, los efectivos del Departamento de Seguridad Urbana comenzaron un rastrillaje intenso por los barrios cercanos: villa Mónica, villa Mitre y El Manjón.
Minutos después, sobre avenida Italia y Guayaquil, los policías dieron con la agresora. La mujer, que según fuentes policiales presenta un claro cuadro de adicción a las drogas, intentó huir pero fue reducida rápidamente. En la requisa le encontraron la cartera robada con toda la documentación y los objetos personales, y hasta las zapatillas blancas que la víctima llevaba puestas.
Los uniformados restituyeron de inmediato los bienes a la damnificada, que pudo recuperar todo lo que le habían quitado. La atacante, una joven de unos 25 años, quedó detenida y fue trasladada a la alcaidía. Ya está a disposición de la fiscalía penal de turno que investigará el hecho como robo en poblado y en banda, aunque en este caso actuó sola.
Vecinos del lugar contaron que este tipo de episodios se volvieron moneda corriente en la zona este de Salta capital. “Andan todo el día dando vueltas, cuando les agarra la falta se ponen como locos y salen a robar lo que sea”, comentó una comerciante de El Milagro que prefirió no dar su nombre.
La inseguridad en los barrios periféricos sigue siendo uno de los principales reclamos de los salteños. Los robos callejeros, muchos de ellos cometidos por personas en situación de adicción, se repiten casi a diario y generan miedo entre quienes transitan a pie o esperan el colectivo.
Desde la Policía aseguran que reforzaron los patrullajes en la zona, pero los vecinos piden más presencia permanente y soluciones de fondo para el problema de las adicciones que, en muchos casos, termina derivando en estos hechos delictivos que alteran la tranquilidad de toda la comunidad salteña.