El domingo por la tarde, un ataque a puñaladas sacudió al barrio Santa Cecilia de la capital salteña. Ernesto Ruiz, de 25 años, murió desangrado en la vereda después de recibir dos cuchilladas mortales. Su pareja, que prefirió no dar su nombre, habló con la prensa en medio del velorio y pidió que el único detenido no quede en libertad.
La mujer, todavía shockeada, reconstruyó minuto a minuto lo que pasó. Contó que un conocido del barrio, apodado “Chulo”, pasó a buscar a Ernesto para tomar unas cervezas a la vuelta. Todo parecía una juntada más entre pibes del barrio, hasta que el agresor se sintió burlado.
“Pensó que mi pareja y otro chico se reían de él. De la nada le pegó un caño en la cabeza y cuando Ernesto intentó pararse, sacó el facón”, relató entre lágrimas. Según su versión, la primera puñalada fue en la ingle y la segunda directo al corazón. “Ahí nomás cayó y empezó a perder sangre como loco”.
Ernesto logró arrastrarse una cuadra entera pidiendo ayuda, pero nadie se acercó. “La gente miraba desde las ventanas, algunos grababan con el celular, pero nadie quiso socorrerlo. Se desangró solo en la calle”, lamentó la joven, que todavía no puede creer lo que vio.
El acusado, que se entregó horas después, estaba en libertad condicional por una causa anterior. Vecinos confirmaron que era conocido en Santa Cecilia desde chico, aunque nunca había tenido problemas graves con Ernesto. Antes de presentarse en la comisaría, el hombre se habría autolesionado y asegura que actuó en legítima defensa.
En el velatorio, montado en una humilde casa del barrio, la familia y los amigos no paran de repetir lo mismo: temen que el detenido salga en cualquier momento. “No queremos que quede en la nada, que lo liberen y listo. Mi hijo no vuelve más”, dijo la mamá de la víctima, visiblemente destruida.
La causa está en manos de la fiscalía penal de Salta y ya se ordenó la autopsia, el análisis de las cámaras de seguridad y la declaración de varios testigos. Mientras tanto, el barrio Santa Cecilia sigue consternado y pide justicia por Ernesto Ruiz, el pibe que perdió la vida por una discusión que nadie vio venir.