El 22 de diciembre del año pasado, la tranquilidad de finca Las Yungas, en Aguas Blancas, se rompió abruptamente. El cuerpo de un hombre fue hallado sin vida dentro de una vivienda, en medio de un escenario desordenado y con signos evidentes de violencia. Lo que en principio parecía una muerte sospechosa pronto se transformó en una causa penal por homicidio.
La víctima, un hombre de 49 años, fue encontrada con un fuerte golpe en la cabeza, según determinó la autopsia. La escena del crimen reveló, además, el faltante de una importante suma de dinero, lo que dio lugar a la hipótesis de un robo que terminó de la peor manera.
A poco más de siete meses del crimen, la investigación dio un paso clave: la Fiscalía Penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Orán, a cargo de María Soledad Filtrín Cuezzo, ordenó la detención de cuatro personas —dos mujeres y dos hombres, todos mayores de edad— por su presunta participación directa en el hecho.
Los sospechosos fueron imputados como coautores del delito de homicidio en ocasión de robo, una figura que implica la intención de apoderarse de bienes ajenos con el uso de violencia letal.
Durante la audiencia de imputación, dos de los acusados decidieron declarar, mientras que los otros dos optaron por guardar silencio. Mientras tanto, la Fiscalía solicitó que los cuatro permanezcan detenidos preventivamente, en tanto continúan las medidas judiciales y pericias claves para el avance del caso.
El trabajo para esclarecer el crimen no fue sencillo. Tras el hallazgo del cuerpo, la fiscal Filtrín Cuezzo activó un amplio despliegue de fuerzas investigativas. Personal especializado de la Unidad de Investigación UGAP Orán, la Unidad de Investigación Especial Norte, Delitos Complejos, UNICROH y el CIF (Cuerpo de Investigaciones Fiscales) de Salta se sumaron al operativo.
Con la autorización del Juzgado de Garantías N°1 de Orán, en las últimas semanas se llevaron a cabo múltiples allanamientos en viviendas relacionadas con los sospechosos. En estos procedimientos, además de detener a los cuatro implicados, se secuestraron elementos que podrían ser clave para reconstruir lo sucedido esa noche trágica.
Aunque no se han revelado detalles específicos sobre los objetos incautados, se presume que entre ellos podrían estar pruebas materiales del robo o elementos que vinculen directamente a los imputados con la escena del crimen.
Vecinos de la zona aseguran que la víctima era una persona conocida en la comunidad, lo que ha generado conmoción y preocupación por la violencia con la que fue ejecutado el robo. La cercanía de la finca con la ruta nacional 50 —un corredor frecuentemente transitado— ha puesto nuevamente el foco sobre la seguridad en las zonas rurales de Salta.