En una franja horaria donde el movimiento suele ser escaso y el paisaje parece detenido en el tiempo, un operativo preventivo terminó revelando una trama de contrabando de alto impacto económico. Sobre la Ruta Provincial 5, a la altura del kilómetro 140, efectivos de Seguridad Vial interceptaron un furgón que transportaba mercadería sin aval legal por un valor estimado en 30 millones de pesos. Tres hombres quedaron a disposición de la Justicia Federal y todo el cargamento fue secuestrado.
El procedimiento se desarrolló durante la madrugada, en jurisdicción de Luis Burela, una zona atravesada por rutas provinciales que conectan pequeños pueblos y parajes del sur salteño. Allí, personal de la Sección Seguridad Vial Apolinario Saravia llevaba adelante controles preventivos cuando un detalle llamó la atención: en el interior del vehículo se observaban bultos voluminosos, acomodados de forma irregular y sin ningún tipo de identificación visible.
Esa primera observación motivó una inspección más exhaustiva. Al detener la marcha del rodado y solicitar la documentación correspondiente, los uniformados constataron que los ocupantes no podían justificar el origen ni el destino de la carga. Con el correr de los minutos, el panorama se volvió cada vez más claro: el furgón trasladaba una combinación de productos típica de los circuitos informales que operan en el interior provincial.
El relevamiento permitió contabilizar 24 neumáticos, siete bicicletas, 20 ventiladores, un lavarropas, 260 cajas de cigarrillos, además de 311 kilos de hojas de coca y otros artículos de uso doméstico. La diversidad de la mercadería y el volumen transportado evidenciaron que no se trataba de un traslado ocasional, sino de una operatoria organizada, con fines claramente comerciales.
De acuerdo a las estimaciones realizadas durante el procedimiento, el valor total de lo incautado rondaría los 30 millones de pesos. Se trata de una cifra significativa, especialmente si se tiene en cuenta que el traslado se realizaba por una ruta secundaria, lejos de los grandes centros urbanos y de los principales pasos fronterizos de la provincia de Salta.
Los tres hombres que viajaban en el furgón son mayores de edad y no opusieron resistencia durante el control. Fueron demorados en el lugar y quedaron a disposición de la Justicia Federal, que ahora deberá avanzar en la investigación para determinar el grado de responsabilidad de cada uno y el encuadre legal del hecho. Por la naturaleza de parte de la mercadería secuestrada, especialmente cigarrillos y hojas de coca sin documentación respaldatoria, el caso quedó bajo órbita federal.
En el interior salteño, este tipo de procedimientos vuelve a poner en foco una problemática persistente: el uso de rutas provinciales como corredores alternativos para el traslado de mercadería de procedencia dudosa. A diferencia de las rutas nacionales más transitadas, estos caminos suelen presentar menor circulación vehicular y menos controles permanentes, lo que los convierte en vías atractivas para esquivar controles más estrictos.
Luis Burela, como otras localidades del sur provincial, se encuentra en una zona estratégica de conexión entre distintos departamentos. Esa ubicación, que resulta clave para la producción y el comercio legal, también es aprovechada por redes informales que buscan mover productos sin pagar impuestos ni cumplir con las normativas vigentes. El contrabando en Salta no siempre se manifiesta en grandes camiones o pasos fronterizos, sino también en vehículos utilitarios que recorren distancias medias entre pueblos.
El operativo no registró incidentes y se desarrolló bajo los protocolos habituales. Una vez finalizada la inspección, la mercadería fue secuestrada y trasladada para su resguardo, quedando a disposición de las autoridades judiciales. En paralelo, se inició el proceso administrativo y judicial correspondiente, que incluirá peritajes sobre la carga y la trazabilidad de los productos incautados.
Más allá del impacto económico del secuestro, el caso refleja la importancia de los controles preventivos sostenidos en rutas provinciales. En muchos casos, son estos operativos de rutina los que permiten detectar maniobras ilegales que, de otra forma, pasarían inadvertidas. La experiencia demuestra que no siempre hacen falta persecuciones ni despliegues espectaculares: una observación atenta y un control bien realizado pueden ser suficientes para desarticular un traslado millonario.
En la provincia de Salta, el contrabando de mercadería diversa —desde cigarrillos hasta electrodomésticos— tiene efectos directos sobre la economía local. Afecta a comerciantes que trabajan dentro de la legalidad, distorsiona precios y alimenta circuitos informales que muchas veces están asociados a otras actividades ilícitas. Por eso, cada procedimiento de este tipo tiene un impacto que va más allá del decomiso puntual.
La investigación judicial continuará en los próximos días, mientras se analiza el destino final de la mercadería y el rol que cumplía cada uno de los involucrados. No se descarta que el cargamento tuviera como destino distintos puntos del interior salteño, donde este tipo de productos suele encontrar rápida salida en ferias informales y comercios no habilitados.
El episodio ocurrido sobre la Ruta Provincial 5 deja una postal clara: aun en escenarios alejados de las grandes ciudades, el control del Estado sigue siendo una herramienta clave para frenar el contrabando. En caminos donde la rutina parece inalterable, la vigilancia constante marca la diferencia y permite desarticular maniobras que mueven millones de pesos al margen de la ley.
