Un grave incidente sacudió la tranquilidad del municipio de General Güemes, en la provincia de Salta, cuando un incendio intencional desatado en el basural departamental puso en jaque la seguridad de un predio donde se almacenan vehículos secuestrados y materiales de descacharreo.
El fuego, iniciado por dos individuos que intentaban extraer materiales reciclables sin autorización, generó una densa humareda visible desde varios kilómetros y obligó a una rápida respuesta de los bomberos para evitar una catástrofe mayor.
El hecho ocurrió en el predio municipal ubicado en las afueras de Güemes, un espacio destinado tanto al depósito de vehículos abandonados retirados de la vía pública como a la recolección de cacharros que los vecinos descartan durante las campañas de limpieza que impulsa la comuna. Según explicaron desde la Dirección de Medio Ambiente local, el incendio se originó tras un acto de vandalismo. Dos personas se acercaron al lugar solicitando permiso para retirar materiales reciclables acumulados, pero al recibir una negativa por parte del personal municipal, decidieron prender fuego a los desechos. En pocos minutos, las llamas se propagaron con rapidez debido a la gran cantidad de materiales inflamables, como colchones viejos, neumáticos, cartones y plásticos, que los vecinos depositan regularmente en el lugar.
“Fue una situación muy complicada. El fuego tomó fuerza rápidamente porque había mucho material combustible. Por suerte, los bomberos actuaron con rapidez y lograron controlar las llamas antes de que alcanzaran los vehículos secuestrados que están en el predio contiguo”, relató Ismael Veliz, titular de la Dirección de Medio Ambiente de Güemes. El funcionario destacó la gravedad del hecho y confirmó que los responsables ya fueron identificados y se presentó una denuncia en la fiscalía correspondiente, ya que el acto constituye una contravención grave que pone en riesgo la seguridad de la comunidad y el patrimonio municipal.
El predio afectado es un espacio clave para la gestión de residuos y la seguridad pública en Güemes. Por un lado, alberga más de 100 vehículos que fueron retirados de las calles en operativos realizados durante los últimos años. Estos autos, en su mayoría abandonados en la vía pública, representan un problema para los barrios, ya que suelen acumular basura, servir de refugio para actividades ilícitas o convertirse en focos de inseguridad. “Muchos de estos autos fueron levantados porque estaban en un estado de abandono total, generando riesgos para los vecinos. Algunos eran usados como escondites o incluso para consumo de sustancias. Por eso los trasladamos al predio, que está cercado y vigilado para evitar robos o daños”, explicó Veliz.
Sin embargo, la acumulación de vehículos también plantea desafíos para el municipio. Según el funcionario, muy pocos propietarios se acercaron a reclamar sus autos, que solo pueden ser recuperados tras el pago de una multa y el compromiso de no volver a dejarlos en la vía pública. “De los más de 100 vehículos que tenemos, solo un puñado fue reclamado. Algunos ya fueron vendidos como chatarra, otros se usan para prácticas de los bomberos voluntarios, pero la mayoría sigue esperando una decisión de sus dueños. Si el incendio hubiera alcanzado esos autos, habría sido un problema muy serio para la municipalidad”, señaló.
Por otro lado, el predio también funciona como un punto de acopio para las campañas de descacharreo, una iniciativa que busca reducir los criaderos de mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue, el zika o el chikungunya, un problema recurrente en Salta durante los meses cálidos. Estas campañas, que se realizan dos o tres veces al año, permiten a los vecinos deshacerse de objetos en desuso, como electrodomésticos rotos, muebles viejos o neumáticos. Además, el municipio habilitó un sector donde las familias pueden llevar estos materiales en cualquier momento del año de forma voluntaria. Sin embargo, la falta de control sobre el tipo de desechos que se depositan y la acumulación de materiales altamente combustibles fueron factores clave para que el incendio se propagara con tanta rapidez.
El accionar de los bomberos fue fundamental para evitar una tragedia mayor. Según el relato de Veliz, el equipo trabajó arduamente para contener las llamas, que por momentos amenazaron con salirse de control. La densa humareda generada por el fuego no solo afectó la visibilidad en la zona, sino que también generó preocupación entre los vecinos por la posible liberación de gases tóxicos provenientes de la quema de plásticos y otros materiales. “Por suerte, el daño se limitó a los cacharros y no hubo que lamentar pérdidas mayores. Pero este tipo de incidentes nos obliga a repensar cómo manejamos el predio y cómo evitamos que se repita algo así”, reflexionó el funcionario.