El hecho ocurrió alrededor de las 13 horas de ayer cuando dos grupos de hinchas del club azabache, enfrentados desde hace tiempo, se cruzaron en esa céntrica esquina y desataron una pelea a puño limpio que rápidamente escaló a golpes con botellas, cascotes y armas blancas. Testigos contaron que la trifulca duró varios minutos y generó pánico entre quienes pasaban por el lugar.
En medio del descontrol, uno de los jóvenes recibió al menos una puñalada y quedó tendido en la calzada. Personal del Samec llegó rápido, lo estabilizó en el lugar y lo trasladó de urgencia al hospital San Bernardo. Hasta anoche no había información oficial sobre la gravedad de la herida ni el parte médico del herido.
Los vecinos del barrio aseguran que no es la primera vez que pasa algo así en esa zona. “Acá se viven peleando por la popular, por las entradas que les dan y después venden, es siempre lo mismo”, comentó una comerciante que prefirió no dar su nombre. Según las versiones que circulan, el conflicto sería por el control de la tribuna y el negocio de los tickets que reciben algunos referentes de la barra.
La policía llegó cuando los agresores ya se habían dado a la fuga por las calles aledañas. Hasta el momento no hay detenidos y el caso quedó en manos de la Fiscalía Penal correspondiente, que trabaja con cámaras de seguridad y testimonios para identificar a los responsables.
El episodio prende otra luz de alarma de cara al clásico salteño del próximo domingo 30 de noviembre entre Central Norte y Juventud Antoniana en el estadio Padre Ernesto Martearena. Está previsto que el partido se juegue con público de ambos clubes, pero la interna cuerva y los enfrentamientos que también existen en la barra del santo generan preocupación entre organizadores y fuerzas de seguridad.
En Salta, la violencia barrabrava sigue siendo un tema pendiente. Vecinos y comerciantes del macrocentro piden más presencia policial y controles más estrictos, mientras los clubes y las autoridades deportivas miran de reojo lo que pueda pasar en los próximos días antes del duelo más esperado del fútbol provinciano.