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Violencia escolar en Salta: Una alumna de 11 años sufrió brutales agresiones en la escuela

Los ataques, de una crueldad alarmante, fueron grabados en video y viralizados en redes sociales, agravando el impacto psicológico sobre la víctima.

Violencia escolar en Salta: Una alumna de 11 años sufrió brutales agresiones en la escuela

Un grave caso de violencia escolar sacude al departamento de Anta, en Salta, y pone en el ojo de la tormenta a la escuela primaria Gregorio Amadori. Una alumna de 11 años, estudiante de 6° grado, fue víctima de reiteradas agresiones físicas por parte de una compañera, en un episodio que reaviva el debate sobre la seguridad y los protocolos antibullying en las escuelas públicas.

 

Según la denuncia presentada por la familia, la menor sufrió golpes, tirones de cabello y lesiones en varias partes del cuerpo. Los ataques, de una crueldad alarmante, fueron grabados en video y viralizados en redes sociales, agravando el impacto psicológico sobre la víctima. “Mi sobrina está destrozada, no quiere volver a la escuela”, relató una tía, visiblemente indignada, al describir el calvario que atraviesa la niña.

La familia apunta directamente contra las autoridades escolares, acusándolas de inacción y encubrimiento. Según su testimonio, la docente a cargo del curso minimizó los hechos, calificándolos como “un juego de chicos”. Más grave aún, la directora del establecimiento habría presionado a la madre de la víctima para que retirara la denuncia, en un intento por proteger su posición. “Es inadmisible que pidan silencio para salvar un cargo mientras una niña sufre”, denunció la tía.

Sin medidas disciplinarias y un reclamo urgente

Lo que más indigna a los padres es que, a pesar de la difusión de los videos y la gravedad de las agresiones, la presunta agresora sigue asistiendo a clases en el mismo curso, sin que se hayan aplicado sanciones o medidas disciplinarias. “No entendemos cómo no hay consecuencias. ¿Qué más tiene que pasar?”, cuestionaron.

La familia exige una intervención inmediata de las autoridades educativas y judiciales, así como la implementación de protocolos efectivos para prevenir y abordar el bullying en las escuelas. “No queremos que otra criatura pase por esto”, sentenciaron.

El caso, que ya genera revuelo en la comunidad de Anta, expone las falencias en la gestión de conflictos escolares y la necesidad de políticas claras para proteger a los estudiantes. Mientras tanto, la menor agredida vive las secuelas de un episodio que nunca debió ocurrir en un lugar que debería ser seguro: su escuela.

 


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