La investigación por la muerte de un joven de 20 años en Lanús sumó un elemento central con la declaración completa de la adolescente de 16 años acusada de haberlo herido de muerte durante una pelea en una vivienda del barrio. La causa, que generó fuerte conmoción en la zona, avanza mientras la Justicia analiza punto por punto el relato de la única testigo directa del hecho.
El episodio ocurrió el 26 de noviembre en una casa situada en la esquina de Ceferino Namuncurá y Lituania. Allí vivía la adolescente identificada como N.M.S., quien fue detenida días después, cuando la policía la encontró en la vivienda de un familiar tras haberse escapado de la escena del hecho. Desde entonces quedó a disposición de la UFI de Responsabilidad Juvenil N.º 2 de Lomas de Zamora.
En su declaración ante el fiscal Juan Ignacio Colazo, la joven describió una secuencia que comenzó dentro de su casa, donde ambos dormían desde la tarde. Según su versión, se despertó cerca de las diez de la noche con hambre y quiso ir a comprar comida en su moto. Ese simple movimiento habría desencadenado la discusión.
De acuerdo con el testimonio, el joven no quería que ella saliera y reaccionó con enojo. La pelea se trasladó al patio, donde la adolescente intentó recuperar las llaves de su moto y de la vivienda. En medio del forcejeo, el asiento de la moto de él se rompió, lo que —según dijo— agravó la tensión. La chica aseguró que él la insultó, la amenazó y luego la persiguió hacia el interior de la casa.
La adolescente relató que él la tomó del pelo, le golpeó la cabeza contra la puerta y la escupió mientras seguía amenazándola. Ante ese escenario, afirmó que tomó un cuchillo con intención de asustarlo. Dijo que extendió el brazo para frenarlo y que el joven avanzó justo en ese momento. Fue entonces cuando él habría dicho: “Me diste en el corazón”, al descubrir que la herida estaba sangrando de manera abundante.
A partir de ahí, la situación avanzó en minutos marcados por el shock y la desesperación. Ambos salieron corriendo hacia afuera y la adolescente aseguró que intentó pedir ayuda. Dijo haber llamado a la ambulancia y a su hermano mientras el joven se desplomaba. Cuando llegaron los policías, la chica admitió que mintió por miedo y les dijo que él se había enganchado con la reja. La misma explicación le dio a la madre de la víctima antes de salir corriendo, temerosa de posibles agresiones.
La declaración abre interrogantes clave para el avance de la causa. La Justicia deberá determinar si el relato coincide con los elementos que aporten las pericias, desde la trayectoria de la herida hasta las condiciones en que se produjo la pelea. También se evaluará el contexto emocional y físico en el que ocurrió el episodio, un punto sensible en expedientes que involucran a menores.
El fiscal Colazo ordenó una serie de medidas para reconstruir la secuencia con precisión, entre ellas peritajes sobre el arma, análisis médicos y evaluaciones interdisciplinarias a la adolescente. Su situación procesal dependerá de cómo encajen esos elementos con su declaración y de si se confirma que la lesión mortal se produjo en medio de un intento de defensa o por un ataque intencional.
Mientras tanto, la familia del joven sigue de cerca cada avance de la causa, que continúa generando impacto social y debate sobre la violencia en relaciones juveniles. La instrucción aún está en curso y se esperan definiciones en los próximos días, cuando se sumen los resultados técnicos que permitirán esclarecer cómo se produjo la muerte.
