La sorpresiva crecida del río Bermejo obligó este sábado al cierre del paso por chalana entre Aguas Blancas y Bermejo, dejando a cientos de argentinos varados en territorio boliviano. Muchos de ellos cruzaron sin documentación y ahora deberán pagar multas para volver, mientras el reloj corre antes del inicio de las restricciones por las elecciones generales en Bolivia.
El servicio de chalanas funcionó con normalidad hasta las 9.30, cuando el nivel del río subió de forma abrupta debido a las lluvias. Por seguridad, las autoridades suspendieron el cruce y recomendaron evitar la zona. La interrupción afecta sobre todo a salteños que viajaron por compras o trámites y que, al haber cruzado por vías no habilitadas, ahora enfrentan sanciones económicas.
La única opción para regresar a la Argentina es a través del puente internacional, pero quienes hayan ingresado de manera irregular deberán pagar las multas correspondientes ante Migraciones bolivianas. El plazo límite es la medianoche de este sábado; de lo contrario, deberán quedarse en Bolivia hasta el lunes, ya que el domingo rigen fuertes restricciones por los comicios.
Durante la jornada electoral en Bolivia, está prohibida la circulación vehicular hasta las 18 horas, con multas de hasta 500 bolivianos y posible decomiso de vehículos. Esto complica aún más el panorama para quienes buscan volver al país.
En Aguas Blancas, las autoridades locales se mantienen en alerta, aunque reconocen que las decisiones clave dependen de organismos nacionales. Los viajes a Tarija estaban habilitados hasta las 16 y los cruces en vehículos particulares hasta las 18, bajo total responsabilidad de los conductores.
El cierre del paso por chalana no es inusual durante la temporada de lluvias, pero esta vez el contexto electoral boliviano y la alta cantidad de personas sin papeles intensificaron la crisis. También resurgió el reclamo por soluciones estructurales en un cruce fronterizo tan transitado como precario.
Por ahora, no hay una fecha estimada para la reapertura del paso fluvial. Todo dependerá del comportamiento del río en los próximos días. Mientras tanto, los varados deberán arreglárselas como puedan, entre trámites, multas y la incertidumbre de no saber cuándo podrán volver a casa.