La desaparición de Pedro Alberto Kreder (79) y Juana Inés Morales (69) mantiene en vilo a sus familias y a toda la comunidad de Comodoro Rivadavia. La pareja, que había iniciado una relación recientemente, fue vista por última vez hace más de una semana, cuando partieron en una Toyota Hilux rumbo al norte. Su vehículo apareció cerrado y en buen estado en una zona remota de Rocas Coloradas, pero sin rastros de ellos.
Las cámaras de seguridad los registraron por última vez el sábado 11 por la mañana, circulando por la rotonda de las rutas 3 y 39. Desde ese momento, no hubo más señales. El hallazgo de la camioneta el viernes por la noche reactivó los operativos de búsqueda, que se desarrollan en una zona de difícil acceso, sin señal telefónica y con numerosos caminos de ripio.
Participan fuerzas provinciales, Defensa Civil, Prefectura, personal de búsqueda de personas, drones y vecinos voluntarios. La zona de rastrillaje se concentra entre Caleta Córdova y Rancho Visser, en plena costa patagónica. La complejidad del terreno y el paso de los días incrementan la preocupación.
Según relataron sus hijas, Pedro y Juana no solían ausentarse sin avisar. De hecho, Juana dejó un mensaje mencionando un viaje a Camarones, algo poco habitual para su rutina. El silencio posterior y la falta de respuestas encendieron todas las alarmas.
Las familias están devastadas. En redes sociales, sus hijas difundieron mensajes cargados de esperanza y desesperación, pidiendo colaboración a toda persona que pueda aportar datos. También se multiplican los pedidos de ayuda con vehículos y voluntarios para seguir rastrillando la extensa región.
Desde Salta, donde muchos salteños tienen vínculos con el sur por trabajo o familia, también se hizo eco el caso. La historia de esta pareja mayor, que apostó por una nueva etapa en la vida y terminó envuelta en un misterio, tocó fibras sensibles en todo el país.
A medida que pasan los días, la búsqueda se vuelve una carrera contra el tiempo. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis, pero por ahora no hay indicios concretos de lo ocurrido. La camioneta, intacta, parece haber sido abandonada sin apuro. No hay señales de lucha ni elementos personales visibles.
Las autoridades continúan con los operativos día y noche. La esperanza de encontrarlos con vida sigue intacta, aunque el clima, la geografía y el paso de las horas vuelven todo más difícil.
"Esta pesadilla tiene que terminar", escribió Aldana, hija de Juana, en un mensaje que se volvió viral. Y sintetiza el deseo de todos los que siguen el caso: que Pedro y Juana vuelvan a casa.
