Wanda Nara viajó junto a sus hijas al norte argentino para pasar unos días de descanso en la provincia de Jujuy, donde combinó paseos, paisajes y momentos en familia. Desde su llegada a Purmamarca hasta su experiencia en las Salinas Grandes, la conductora compartió en sus redes sociales una serie de imágenes que retratan su itinerario por la puna.
Apenas aterrizó en la región, la conductora dio pistas sobre su ubicación con una postal en la que se veía una mesa servida con empanadas, copas de vino y una figura de una llama. Minutos después, reveló el destino: Purmamarca, el pueblo enclavado al pie del Cerro de los Siete Colores. Las primeras fotos retratan su paso por este sitio, caracterizado por su arquitectura colonial, su feria artesanal y sus paisajes de montaña.
En una de las postales se la ve posando con sus dos hijas frente a una iglesia blanca de adobe, de dos torres, ubicada al costado de la ruta. De espaldas a la cámara, la escena muestra a las tres tomadas de la mano, con la vista hacia la construcción. La imagen, está acompañada por una frase en letras blancas sobre el cielo despejado: “Soy feliz”.
Otra imagen la tiene frente a una rueda de carreta, con el cerro como telón de fondo. Lleva puesta una gorra clara, un conjunto deportivo verde con rayas blancas y un abrigo de polar. La escena tiene lugar al atardecer, con una luz suave que tiñe las construcciones de adobe y las montañas rojizas detrás.
En el centro del pueblo, compartió también imágenes de una feria de artesanías textiles. En primer plano, se ven mantas de colores apiladas, bolsos tejidos y cuencos de cerámica sobre un estante de madera. El colorido de las lanas y la calidez de la iluminación nocturna contrastan con el resto de su recorrido, marcado por los tonos terrosos del paisaje. Más tarde, sus hijas aparecen en otra imagen, observando la vidriera de una tienda de bijouterie. Están de espaldas, atentas a los colgantes y piedras dispuestos en el vidriera. El entorno es de piedra, con un estilo rústico acorde al lugar.
Luego del paso por Purmamarca, el itinerario continuó hacia el oeste. Wanda compartió una nueva secuencia de imágenes desde las Salinas Grandes, uno de los paisajes más imponentes de la provincia. En una de las fotos más representativas se la ve a una de las niñas caminando sola sobre el salar, con un buzo beige y jeans amplios, en dirección a un conjunto de domos blancos utilizados como alojamiento de lujo. La superficie blanquecina del suelo refleja el sol y genera un efecto visual envolvente, mientras que el cielo despejado y las montañas de fondo enmarcan la imagen. Otra toma muestra a las tres andando en bicicleta sobre el salar. Todas vestidas de negro, avanzando sobre el terreno resquebrajado.
Más adelante, se ven en detalle los domos utilizados para el glamping, con estructura blanca y base de madera. En una de las fotos, la cámara enfoca la estufa a leña encendida en el interior del domo, cuya chimenea humea en el exterior. En otra escena tomada desde adentro, una mesa está completamente dispuesta para almorzar o cenar: copas servidas con vino tinto, cubiertos, manteles individuales y decoración austera pero cuidada. Afuera, el paisaje blanco del salar entra por los ventanales triangulares como un mural natural.
Wanda también fotografió detalles sobre la pasarela de madera que conecta los domos. En primer plano se ven unas botas Louis Vuitton de montaña, unos lentes oscuros y una pequeña figura de llama, elementos que aluden al descanso y al contexto del entorno.
Durante ese traslado, se mostró posando en medio de una ruta asfaltada de montaña, con pantalones estampados en tonos tierra, un top deportivo y una cartera pequeña. A su alrededor, la geografía imponente de la quebrada: formaciones rocosas, cactus y cerros erosionados, que están marcando este viaje de relax como pausa al usual caos mediático que la rodea.




