El conflicto entre el Círculo Médico de Salta y el Instituto Provincial de Salud (IPSS) sumó un nuevo capítulo en los últimos días. Luego de haber anunciado la suspensión de crédito a la obra social provincial, los médicos resolvieron dar marcha atrás de manera temporal tras el ingreso de un pago parcial. La decisión significa que, por el momento, los afiliados del organismo podrán seguir accediendo a prestaciones con normalidad.
Sin embargo, el alivio es apenas parcial. El Círculo Médico aclaró que la medida no implica una solución definitiva, ya que la deuda acumulada supera los 2.400 millones de pesos y aún no se canceló en su totalidad. Además, los profesionales reclaman la urgente actualización de sus honorarios, que consideran desfasados frente a la inflación y al costo real de la atención sanitaria.
La suspensión del crédito estaba prevista para el miércoles 10 de septiembre, medida que había generado gran preocupación entre los afiliados, especialmente aquellos que dependen del IPSS para tratamientos crónicos, estudios de alta complejidad y controles médicos frecuentes. Con la decisión de levantar momentáneamente la restricción, se evitó un escenario que podría haber dejado a miles de salteños en medio de una fuerte incertidumbre respecto a su cobertura.
Pese a la marcha atrás, el Círculo Médico ratificó que se mantiene en estado de alerta y que podría reactivar la suspensión en caso de que no se cumpla con el pago total de la deuda y con el reconocimiento de la actualización de aranceles. En este sentido, remarcaron que la situación de los profesionales de la salud es cada vez más delicada y que el atraso en los pagos compromete la continuidad de los servicios.
La deuda que mantiene el IPSS con los médicos corresponde a prácticas realizadas en junio y que debieron haberse abonado en agosto. A eso se suman prestaciones semanales que tampoco fueron canceladas durante la primera semana de septiembre. El retraso en los pagos no solo afecta a los especialistas, sino también a clínicas, sanatorios y laboratorios que forman parte del sistema de atención de la obra social provincial.
El problema no es nuevo y refleja una tensión recurrente en la relación entre el IPSS y los prestadores. Cada vez que se acumulan atrasos, se ponen en riesgo las prestaciones y la continuidad de la atención a los afiliados. En este caso, la magnitud de la deuda y la demora en la actualización de los honorarios encendieron las alarmas del sector médico, que ya venía advirtiendo sobre las dificultades para sostener costos en un contexto de inflación sostenida.
La obra social provincial es la principal prestadora en Salta, con más de 270 mil afiliados entre empleados estatales, jubilados y sus familias. Cualquier interrupción en los servicios repercute de manera inmediata en la población, ya que gran parte de los trabajadores públicos depende exclusivamente del IPSS para cubrir sus necesidades de salud.
En paralelo, los profesionales de la salud enfrentan un escenario cada vez más complejo. Los costos de insumos, aparatología y medicamentos se disparan mes a mes, mientras que los honorarios permanecen congelados o con incrementos muy por debajo de la inflación. Esta situación genera un desbalance que, según advierten los médicos, atenta contra la sostenibilidad de la práctica y la calidad de la atención.
El levantamiento temporal de la suspensión otorga un respiro momentáneo, pero no resuelve de fondo el conflicto. Los médicos esperan que en los próximos días se concrete el pago completo de lo adeudado y se avance en una recomposición de honorarios que contemple la realidad económica actual. De lo contrario, no descartan retomar las medidas de fuerza.
El caso del IPSS se suma a otros conflictos similares que se repiten en distintas provincias del país, donde las obras sociales estatales enfrentan dificultades para cumplir con los pagos a tiempo y los profesionales reclaman por mejoras en sus condiciones laborales. En Salta, la tensión se profundiza por el volumen de afiliados que dependen de esta cobertura y por la centralidad que tiene el Círculo Médico en el sistema de prestaciones.
Por ahora, la continuidad del servicio está garantizada, aunque bajo un clima de incertidumbre. Los médicos dejaron en claro que su paciencia tiene un límite y que el estado de alerta se mantendrá hasta que se regularicen las cuentas y se reconozca el valor real de su trabajo. La pelota, ahora, está en la cancha del Instituto Provincial de Salud de Salta, que deberá dar señales claras para evitar una nueva crisis en el sistema de atención.