En un hecho que ha conmocionado a la comunidad salteña, el caballo conocido como "Chuequito" falleció tras descompensarse momentos antes de participar en el tradicional desfile en honor al general Martín Miguel de Güemes, héroe gaucho de la provincia.
El equino, que pertenecía a un particular presente en las calles aledañas al recorrido, colapsó en vísperas del evento, generando una rápida intervención de la Policía Montada, que lo trasladó a un predio oficial para recibir atención veterinaria. A pesar de los esfuerzos, el animal no pudo ser salvado.
El Ministerio de Seguridad de Salta confirmó que el caballo fue atendido por un profesional veterinario y permaneció en observación, pero no logró superar la crisis. Las autoridades también informaron que un juzgado ha tomado intervención en el caso para esclarecer las circunstancias del fallecimiento.
La pérdida de "Chuequito" ha generado una profunda tristeza y, al mismo tiempo, ha reabierto un debate crucial sobre el bienestar animal en eventos públicos. Lucas Íñigo, presidente de Protectoras Animales de Salta, expresó su dolor a través de las redes sociales y lanzó un contundente mensaje: "Que su muerte no sea en vano, que nos haga reflexionar como sociedad sobre el trato que tenemos hacia todos los animales". Íñigo, ferviente defensor de los derechos animales, se mostró esperanzado en que este trágico suceso marque un punto de inflexión: "Estoy totalmente convencido de que, tarde o temprano, en Salta se dejarán de usar caballos en desfiles y procesiones. Prometo seguir 'batallando' para que esto suceda".
El caso de "Chuequito" pone en el centro de la discusión la necesidad de revisar las prácticas que involucran a animales en actividades tradicionales. La comunidad espera que este hecho impulse nuevas políticas y regulaciones orientadas a garantizar el bienestar de los equinos y otros animales en eventos públicos, promoviendo un trato más ético y responsable. La memoria de "Chuequito" podría convertirse en el catalizador de un cambio significativo en Salta y más allá.
La tradición del uso de caballos en los desfiles en honor a Güemes: un legado que perdura
El desfile en conmemoración del general Martín Miguel de Güemes, héroe gaucho de Salta, es mucho más que un evento protocolar; es una celebración profundamente arraigada en la identidad cultural y histórica de la región. Los caballos, protagonistas indiscutibles de estas ceremonias, no solo cumplen un rol estético, sino que encarnan un símbolo vivo de la tradición gaucha, la lucha por la independencia y el espíritu de resistencia que Güemes representó. Por ello, mantener su presencia en los desfiles es una forma de preservar un legado que conecta a las generaciones actuales con su pasado.
El general Güemes lideró a sus célebres "Infernales", una fuerza montada que defendió el norte argentino con valor y astucia durante la gesta independentista. Los caballos fueron aliados esenciales en esas batallas, no solo como medio de transporte, sino como compañeros de lucha que simbolizaban la fortaleza y la libertad. Su participación en los desfiles de hoy no es un capricho, sino un homenaje a esa historia de coraje y sacrificio. Ver a los jinetes y sus monturas recorriendo las calles salteñas evoca la imagen de aquellos gauchos que, junto a Güemes, forjaron la identidad nacional.
Además, la tradición del uso de caballos fortalece el sentido de comunidad y pertenencia. En Salta, el cuidado y la preparación de los equinos para estos eventos son actividades que involucran a familias, agrupaciones gauchas y criadores, quienes transmiten de generación en generación el amor por la cultura ecuestre. Estas prácticas no solo mantienen viva la memoria histórica, sino que también fomentan valores como el respeto por los animales, la disciplina y el trabajo en equipo.
Por supuesto, la continuidad de esta tradición debe ir de la mano con un compromiso ineludible: garantizar el bienestar de los caballos. Los avances en el cuidado veterinario, la capacitación de jinetes y la supervisión de las condiciones en que los animales participan aseguran que los equinos sean tratados con el respeto que merecen. Lejos de ser un anacronismo, el uso de caballos en los desfiles puede ser un ejemplo de cómo las tradiciones pueden evolucionar, adaptándose a estándares modernos de ética y responsabilidad.
Eliminar a los caballos de los desfiles implicaría despojar al homenaje a Güemes de una de sus esencias más auténticas. Mientras se priorice su cuidado y se promueva un trato digno, su presencia seguirá siendo un puente entre el pasado y el presente, un recordatorio de que la historia de Salta galopa con orgullo sobre cuatro patas.