El Gobierno enfrenta un lunes clave en su intento por frenar el paro de colectivos anunciado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que amenaza con afectar el transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) desde el martes 6 de mayo. El conflicto persiste tras el vencimiento de la conciliación obligatoria y la falta de acuerdo paritario entre el gremio y las cámaras empresarias.
Según supo Noticias Argentinas, la negociación entre las partes se empantanó luego de que las cámaras del transporte (FATAP, AAETA, CEAP, CETUBA, CTPBA y CEUTUPBA) ofrecieran tres sumas no remunerativas: $40.000 a pagarse el 26 de mayo, $50.000 el 16 de junio y $70.000 el 15 de julio. La UTA rechazó esa oferta por considerarla insuficiente, y se mantiene firme en su reclamo por un sueldo básico de $1.700.000.
El cuerpo de delegados de la UTA en las zonas norte, sur, oeste y en la Ciudad de Buenos Aires pidió al Consejo Directivo Nacional del sindicato que convoque a un paro por tiempo indeterminado, y en un comunicado afirmaron: “Llegamos al día de hoy con una crisis alarmante por la pérdida del poder adquisitivo. Ya no hay más tiempo, nuestros compañeros no pueden esperar que las respuestas dependan de acciones tibias o conformistas que terminan en acuerdos salariales a la baja”.
En el mismo texto, los delegados advirtieron: “Vencido el plazo de la conciliación obligatoria dispuesta por la Secretaría de Trabajo y ante las reiteradas dilaciones, sin una respuesta favorable por parte de las cámaras empresariales de transporte y las autoridades competentes, ya no queda lugar para la pasividad”.
Y agregaron: “Exigimos al Consejo Directivo Nacional que active un plan de lucha de manera urgente que contemple un paro de actividades por tiempo indeterminado hasta que se resuelva la recomposición salarial exigida durante las reiteradas reuniones”.
Finalmente, remarcaron que “el salario representa la dignidad de nuestras familias, por eso debemos cuidarlo y defenderlo con la importancia que requiere”.
La huelga será confirmada en las próximas horas si no hay avances en las gestiones del Ministerio de Economía y la Secretaría de Trabajo. La medida de fuerza podría impactar también en los servicios de media distancia.
Desde el Gobierno evalúan distintas alternativas para mediar en el conflicto y evitar una nueva paralización del servicio, que afectaría a millones de pasajeros en el inicio de la semana laboral.