Quienes tienen perros en casa saben que los pelos quedan por todas partes, en especial en la cama y el sillón. Aunque existen aspiradoras potentes y rodillos adhesivos diseñados para esta tarea, muchas veces no alcanzan o resultan poco prácticos para el uso diario.
Por fortuna, hay un truco casero que es rápido, económico y muy efectivo. Se trata de usar un simple guante de goma, como los que se usan para lavar los platos.
¿Cómo se utiliza? Solo hay que ponérselo, humedecerlo con agua y pasarlo por la superficie con pelos. La electricidad estática y la textura del guante hacen que el pelo se adhiera al instante, al formar pequeñas bolitas fáciles de levantar con la mano o pasar a la basura.
Este método no daña las telas, no requiere enchufes ni recambios y permite llegar a los rincones más difíciles. Además, es ideal para usar todos los días y mantener la casa limpia sin esfuerzo. Incluso se puede complementar con una toalla de microfibra húmeda para terminar de arrastrar los pelitos más rebeldes.
Otra ventaja es que no levanta tanto polvo como una aspiradora ni genera residuos como los rodillos con papel adhesivo. Y lo mejor: podés tener el guante guardado en cualquier cajón y usarlo en segundos cuando lo necesites.