Salta se vistió de devoción y tradición este martes con la llegada de más de 2.000 peregrinos azules que recorrieron la ciudad en el marco del Milagro.
La caminata, que comenzó en la localidad del Carril, congregó a efectivos de distintas divisiones de la policía provincial y fue acompañada por vecinos, música y pequeños obsequios entregados por grupos de ex policías y familiares.
Por Aries, el jefe de Policía de Salta, Comisario Diego Bustos, destacó la importancia de esta peregrinación: “Un año más con los peregrinos azules, ya tenemos 14 años que venimos haciendo la peregrinación desde la localidad del Carril, y los recibimos de esta manera, con mucha devoción”. Según Bustos, la caminata comenzó con 1500 participantes y, a medida que avanzaba, se sumaron más efectivos y vecinos, alcanzando un total de aproximadamente 3.200 personas.
El comisario explicó que la logística se planifica desde agosto y que, una vez finalizada la peregrinación, los efectivos se abocan directamente a los operativos de seguridad en la provincia. Durante el recorrido, los peregrinos llevan imágenes de cada división policial y reciben apoyo con bebidas, alimentos y café para afrontar el largo trayecto.
El operativo para recibir a los peregrinos incluyó gazebos con agua, bebidas y alimentos, mientras que los vecinos se agolparon en las veredas para presenciar la llegada. Las diferentes divisiones de la policía participaron activamente, llevando imágenes de sus seccionales y asegurando la organización del recorrido.
Entre quienes reciben a los peregrinos, un grupo de mujeres retiradas de la policía entregó pequeños souvenirs y obsequios a los participantes. “Se vive con muchísima emoción y fe. Pedimos siempre al Señor y a la Virgen del Milagro que nos bendiga con salud, sobre todo porque somos gente adulta”, comentó Nidia, integrante del grupo.
Los peregrinos llegan con historias personales que reflejan el sentido de la tradición. Florencio, que caminó con su hijo de dos años, relató: “El primer año lo hice tras la pérdida de mi primer hijo, pidiendo fortaleza. Ahora, con mi bebé, es una forma de agradecer y seguir caminando con fe”.