Bajo un cielo despejado pero con un frío que calaba los huesos, marcando un grado bajo cero, la Plaza 9 de Julio se convirtió esta mañana en el epicentro de la emoción y el patriotismo.
Desde las ocho, los estudiantes de cuarto grado de más de una decena de escuelas salteñas comenzaron a llegar, acompañados por docentes y familias, para protagonizar el acto oficial por el Día de la Bandera, una ceremonia que desbordó entusiasmo y orgullo.
Con sus banderas de ceremonia en alto, los chicos se alinearon frente al histórico Cabildo, abrigados con ponchos, bufandas y camperas, desafiando el gélido amanecer con sonrisas y corazones encendidos. “Llevar el nombre de Belgrano en nuestra escuela nos da una responsabilidad enorme. Desde el primer día de clases trabajamos con los chicos para que entiendan el valor de esta promesa”, compartió Elisa, directora de la Escuela General Manuel Belgrano, mientras observaba con orgullo a sus alumnos.
El acto, impecablemente organizado, reunió a autoridades provinciales, educativas y municipales en los palcos dispuestos en la explanada del Cabildo. En la vereda, padres y madres, muchos con chocolatada caliente y facturas en mano, se acomodaron detrás de las vallas, compartiendo un ambiente de camaradería bajo las recovas del edificio histórico. La Policía de Salta garantizó la seguridad con un stand preventivo y cortes de tránsito en calle Caseros, mientras SAMEC desplegó dos ambulancias para cualquier eventualidad.

Se vivieron momentos de profunda emoción
Uno de los momentos más conmovedores lo protagonizó Nehemías, abanderado de su escuela, quien acompañó a su hermano menor en su jura. “Es un honor estar acá, aunque con mucho frío, pero orgulloso de compartir este momento con él”, expresó emocionado en diálogo con Radio Aries. Sus palabras resumieron el espíritu de la jornada: un compromiso que trasciende las generaciones.
La ceremonia incluyó el solemne izamiento de la bandera, la jura de lealtad de los alumnos y un breve desfile que cerró el acto con un estallido de aplausos. A medida que el sol tímidamente comenzaba a calentar la plaza, el fervor patrio de los niños salteños, con sus voces firmes y sus ojos brillantes, convirtió esta fría mañana en un recuerdo imborrable para toda la comunidad. En Salta, la Bandera no solo flameó en lo alto, sino también en el corazón de sus futuros guardianes.
Con información de Aries FM