Vecinos del barrio Villa Los Álamos, en Rosario de la Frontera, señalaron a la prensa estar agotados por el prolongado problema de cañerías y cloacas obstruidas en la calle José María Paz. A pesar de los reclamos realizados durante más de seis meses, no ha habido soluciones definitivas, y los arreglos parciales y temporales no han logrado resolver la situación, lo que ha dejado a los residentes frustrados.
Según relataron, la cuestión ha empeorado aún más, ya que varios hogares están sufriendo desbordamientos de cámaras sépticas, lo que provoca inundaciones dentro de sus propias casas debido al desborde de aguas residuales. Don Miguel Cruz, vocero y uno de los afectados, expresó su indignación a un matutino salteño, mencionando que “las autoridades no responden a los reclamos y cuando lo hacen, se excusan diciendo que no hay personal ni maquinaria para abordar el problema”.
A pesar de los múltiples reclamos presentados a Aguas del Norte y al Ente Regulador, y de los numerosos intentos de contacto, los residentes aún no han recibido una solución satisfactoria. Las cañerías desde la calle José María Paz hasta la avenida Palau están completamente obstruidas, y aunque se instaló una bomba sumergible como medida temporal, en muchas ocasiones tampoco funciona debido a los cortes en los caños. La falta de acción por parte de las autoridades locales y provinciales ha llevado a los vecinos a responsabilizar tanto al gobernador como a los legisladores por la falta de atención a este problema, que también afecta a otras áreas de la provincia, no solo a Rosario de la Frontera.
La falta de respuesta de los concejales y el intendente también ha sido objeto de críticas por parte de los residentes, quienes sienten que sus preocupaciones no son tomadas en serio. La presencia de maquinaria de Aguas del Norte durante un corto período de tiempo ha generado descontento, ya que no ha sido suficiente para resolver el problema de manera efectiva. Mientras tanto, los vecinos continúan lidiando con las consecuencias de las cañerías obstruidas y las inundaciones en sus hogares, sin que nadie parezca tomar acciones concretas para solucionarlo.
