El episodio ocurrió en un contexto sensible: el cumpleaños de Wanda Nara, su exesposa, y un clima mediático ya cargado de tensiones. En sus historias de Instagram, Icardi subió un clip en el que se ve a la actriz sentada en el piso del living, rodeada de decoración navideña, abrazando al mastín napolitano mientras apoya su rostro contra el lomo del animal. El futbolista acompañó la escena con la canción Beautiful Things, un emoji de corazones y otro de un perrito, sin agregar palabras.
La reacción fue inmediata. Muchos usuarios interpretaron la publicación como una provocación hacia Wanda Nara, ya que Tano es la mascota que sus hijas extrañan y con la que compartieron gran parte de su infancia. Para algunos, Icardi buscó mostrar cercanía entre la China Suárez y el perro como una forma de legitimar su nueva relación, mientras que otros lo vieron como un gesto innecesario que reavivaba viejas heridas.
El cuestionamiento principal giró en torno a la sensibilidad del vínculo entre los niños y su mascota. En redes sociales, varios seguidores señalaron que el futbolista estaba exponiendo públicamente un tema íntimo y doloroso: la distancia de sus hijas con Tano. “Es al que sus hijas extrañan”, remarcaron algunos comentarios, sugiriendo que el video podía interpretarse como una falta de consideración hacia ellas.
Más allá de las lecturas emocionales, el gesto también abrió un debate sobre la estrategia comunicacional de Icardi. El delantero del Galatasaray ha demostrado en varias ocasiones que utiliza sus redes sociales como herramienta para enviar mensajes indirectos, ya sea hacia Wanda Nara, hacia la prensa o hacia sus seguidores. En este caso, la elección del momento —justo en el cumpleaños de su exesposa— reforzó la idea de que la publicación no fue casual.