Después de semanas de polémicas y viajes entre Argentina, Milán e Ibiza, Wanda Nara decidió compartir con sus seguidores un vistazo exclusivo a su casa de campo en Galliate, una localidad a las afueras de Milán. En un carrusel de imágenes publicado en su cuenta de Instagram, la empresaria mostró los rincones más especiales de su residencia, pero un detalle inesperado sobre su pasado con Mauro Icardi llamó la atención de todos.
La casa de campo de Wanda es un verdadero oasis de tranquilidad, rodeado de vegetación y con un diseño que evoca el lujo de las familias aristocráticas italianas del siglo XX. En las fotos, se pueden ver espacios amplios, una decoración elegante con cuadros de equitación y polo, y un jardín impecablemente cuidado.
Durante años, esta residencia fue el refugio familiar de Wanda e Icardi, especialmente cuando el futbolista jugaba en el Inter de Milán. Allí pasaron momentos inolvidables junto a sus hijas Francesca e Isabella, así como con los tres hijos que Wanda tuvo con Maximiliano López: Valentino, Benedicto y Constantino.
Entre las imágenes compartidas, hubo una que generó un gran revuelo: en la mesa ratona del living, Wanda mostró su colección de mates de estilo gauchesco, pero uno de ellos tenía un grabado que no pasó desapercibido. En el metal superior del mate se podía leer claramente: “Wanda y Mauro”.
Este pequeño pero significativo detalle dejó en evidencia que, a pesar de la separación y los conflictos mediáticos, Wanda aún conserva objetos que recuerdan su historia con Icardi. La publicación generó una ola de comentarios en redes sociales, con seguidores que interpretaron el gesto como una señal de nostalgia y otros que lo vieron como una simple coincidencia.