Cada 1 de agosto, miles de argentinos, especialmente en el norte del país, se conectan con la Madre Tierra en una ceremonia que atraviesa generaciones: sahumar el hogar en honor a la Pachamama. Este gesto simbólico y espiritual busca atraer salud, amor, abundancia y bienestar para los hogares, y en Salta, la tradición se vive con fuerza.
A medida que se acerca esta fecha especial, el renovado Mercado San Miguel, ahora ubicado en Pasaje Miramar casi esquina Córdoba, se convierte en el corazón de la preparación. Los puestos temporarios se llenan de aromas intensos y colores vibrantes: sahumerios, copal, incienso, mirra, papel picado y bandejitas para ofrendas esperan a los devotos.
Pese al contexto económico, algunos productos mantienen su precio en relación al año pasado, lo que representa un alivio para muchos fieles.
El sahumerio más económico continúa a $500, un precio accesible que permite que la ceremonia no pierda vigencia, incluso en tiempos difíciles.
Los sahumerios de tamaño mediano, especialmente los que incluyen los llamados "7 poderes" (una combinación energética para atraer dinero, salud, amor, éxito y más), tienen un valor que ronda los $4.000, con pequeñas variaciones entre los distintos puestos.
Los más completos y buscados son los sahumerios grandes, cuyo precio permanece estable entre $13.000 y $15.000. Estos productos están dirigidos a quienes viven el ritual de forma más profunda, muchas veces incluyendo ingredientes premium como mirra, incienso en grano o hierbas de la región.
Uno de los productos más requeridos en este 2025 son los sahumerios con “7 poderes”, una mezcla mística que simboliza protección, limpieza y prosperidad integral. Según los vendedores del Mercado San Miguel, este tipo de sahumerio no solo mantiene su popularidad, sino que ha impulsado un incremento en la demanda, especialmente entre el público mayor, que sigue la ceremonia con fervor año tras año.
“La gente sigue buscando los sahumerios grandes, y en particular los que tienen los 7 poderes. Esos no fallan”, cuenta uno de los comerciantes. Otro agrega: “Este año hubo más ventas que en 2024. La tradición sigue fuerte, más allá de los aumentos”.
Además de los sahumerios, los puestos del mercado ofrecen un abanico de objetos que completan la ceremonia del 1 de agosto. Entre ellos destacan:
- Incienso y copal, utilizados para purificar espacios.
- Mirra, valorada por su aroma y propiedades espirituales.
- Papel picado, que cuesta $1.000 cada 100 gramos y es uno de los más solicitados por los compradores.
- Serpentinas y bandejitas, utilizadas para armar las ofrendas que se colocan a la Pachamama en espacios sagrados del hogar.
Muchos optan por llevar un combo completo, mezclando sahumerios de distintos tamaños, elementos aromáticos y objetos de decoración ritual. La intención es clara: agradecer, limpiar las malas energías y pedir por un ciclo nuevo lleno de bendiciones.
A pesar de los desafíos económicos, la conexión con la Pachamama no se debilita. Por el contrario, cada vez más personas participan del ritual, incluso aquellas que no lo hacían años atrás. Es un reencuentro con las raíces, una pausa espiritual en el ritmo vertiginoso de la vida moderna.
El Mercado San Miguel, con su ambiente colorido y cargado de espiritualidad, se convierte en un punto de encuentro no solo para comprar, sino también para compartir historias, creencias y rituales que nos conectan con lo más profundo de nuestra cultura andina.