La Selección argentina ya tiene fecha confirmada para su última presentación como local en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Será el jueves 4 de septiembre, en el Estadio Monumental, ante Venezuela. Con entradas que prometen agotarse en cuestión de horas, los hinchas salteños que sueñan con ver a la Scaloneta en acción deberán estar atentos: los tickets estarán disponibles desde este miércoles 27 de agosto a las 17, exclusivamente por la plataforma digital www.deportick.com .
Para quienes cuenten con tarjetas American Express, la preventa ya comenzó hoy mismo, también desde las 17, brindando una ventana exclusiva antes del lanzamiento general.
El duelo frente a la Vinotinto tiene un condimento especial: podría tratarse del último partido oficial de Lionel Messi en suelo argentino con la camiseta albiceleste. Ese dato solo alcanza para que la expectativa crezca como pocas veces, con miles de fanáticos de todo el país —Salta incluida— planeando el viaje a la capital para ser parte de una jornada histórica.
Precios para todos los bolsillos… o casi
Como ya es costumbre en este tipo de eventos, los valores de las entradas no pasaron desapercibidos. El precio más accesible es el de las populares, que arrancan en los $90.000. Para los menores, hay una opción de $29.000, pero solo en ese sector.
Las plateas, en cambio, tienen un abanico más amplio de opciones: las ubicaciones altas de las tribunas Sívori y Centenario cuestan $158.000, mientras que en la media de esas mismas cabeceras el precio asciende a $320.000. Las plateas San Martín y Belgrano, consideradas las más premium, van desde $260.000 en el sector alto, $450.000 en la baja y hasta $480.000 en la media.
En cuanto al canje de entradas físicas, se podrá realizar directamente en el Monumental durante los días previos al partido: el sábado 30 de agosto de 9 a 13, y luego el lunes 1, martes 2 y miércoles 3 de septiembre de 9 a 15. Como en otras ocasiones, no habrá entrega de entradas el mismo día del encuentro.
La apertura de puertas será a las 16:30, es decir, cuatro horas antes del pitazo inicial. Una recomendación que ya es casi regla: llegar con tiempo y evitar contratiempos.
Una tribuna para la inclusión
Este partido no solo será importante desde lo deportivo. También estará atravesado por una medida disciplinaria de la FIFA, en respuesta a los cánticos homofóbicos y discriminatorios que se escucharon durante el último partido contra Colombia.
Como consecuencia, la tribuna Centenario Baja estará ocupada exclusivamente por chicos y chicas pertenecientes a clubes barriales y organizaciones sociales que promueven la inclusión, la diversidad y el respeto. Se trata de una iniciativa que busca transformar una sanción en una oportunidad para educar y concientizar, en un espacio que muchas veces es foco de violencia y exclusión como lo es el fútbol.
A su vez, en la Centenario Alta se desplegará una bandera con un mensaje contra la discriminación, reforzando la campaña impulsada por la AFA y avalada por organismos internacionales. La idea es clara: que el Monumental, más allá del resultado, sea ejemplo de convivencia y respeto.
Entradas para personas con discapacidad
Otro punto importante a tener en cuenta es el acceso de personas con discapacidad. En este caso, deberán realizar el trámite correspondiente a través de la web de Deportick y retirar su entrada con anticipación. No se permitirá el ingreso el día del partido sin la acreditación previa, algo que la organización remarca con énfasis para evitar inconvenientes.
Es clave recordar que los menores a partir de los 3 años deben abonar entrada completa en plateas, sin excepción.
El Monumental, escenario de una fiesta con mensaje
Todo indica que será una fiesta desde temprano. Las calles de Núñez estarán teñidas de celeste y blanco, y el aliento no faltará en ningún rincón del Monumental. Pero más allá del espectáculo deportivo, esta vez el partido llevará consigo un mensaje más profundo: el fútbol argentino no puede seguir siendo cómplice del odio y la discriminación.
La presencia de chicos en un sector exclusivo y la visibilización de campañas inclusivas marcan un rumbo necesario. Porque al final del día, el deporte no solo debe emocionar, sino también educar.