Central Norte no logró hacer pie en su visita a San Salvador de Jujuy y sumó una derrota que duele más por el rival que por el resultado. En un nuevo capítulo del clásico del norte, Gimnasia y Esgrima se impuso por la mínima con un gol de Santiago Camacho y se quedó con tres puntos claves que lo posicionan en lo más alto de la Zona B de la Primera Nacional.
El encuentro, correspondiente a la fecha 29, se jugó este domingo por la tarde en el estadio 23 de Agosto, bajo un fuerte operativo policial y sin presencia de hinchas visitantes. A pesar de la restricción, un grupo de allegados de Central Norte vivió momentos de tensión en la platea local, generando un clima espeso que acompañó el desarrollo del partido.
El único gol del encuentro llegó a los 34 minutos del segundo tiempo, cuando Camacho aprovechó un descuido en la última línea del “Cuervo” y definió con precisión para desatar la euforia del público jujeño. A partir de ahí, Central intentó reaccionar, pero le faltó claridad en los metros finales y no pudo torcer la historia.
Con este resultado, Gimnasia trepa a la cima del grupo con 49 puntos y sigue firme en la pelea por el ascenso directo, mientras que Central Norte se mantiene en la posición 14, con 33 unidades, cada vez más lejos de la zona de clasificación al Reducido.
Los dirigidos por Víctor Riggio mostraron algunos pasajes interesantes, sobre todo en la primera parte, cuando lograron contener al local y generar un par de aproximaciones con peligro. Sin embargo, la falta de contundencia volvió a pasar factura y el equipo se quedó con las manos vacías, en un momento clave del torneo.
La derrota deja al conjunto salteño obligado a ganar en la próxima fecha si quiere mantener vivas sus chances de pelear por un lugar en el Reducido. El panorama no es sencillo: además del flojo rendimiento fuera de casa, los números no lo acompañan. Central Norte acumula cinco partidos sin triunfos como visitante, con un solo gol a favor en ese tramo.
Además del resultado deportivo, el cruce con Gimnasia dejó algunas perlitas que encendieron la polémica en redes sociales. Las imágenes de algunos simpatizantes de Central siendo retirados por la policía generaron malestar entre los hinchas, que cuestionaron la decisión de no permitir el ingreso de visitantes en un partido tan convocante como este.
En lo futbolístico, se notó la ausencia de un conductor claro en el equipo salteño. Pese a los intentos de Enzo Gaggi y la entrega habitual de Diego Magno, el equipo no encontró profundidad ni variantes ofensivas para incomodar al arquero local. En el mediocampo, la lucha fue pareja, pero Gimnasia sacó ventaja desde la tenencia y el control del ritmo, algo que le permitió manejar el trámite con mayor inteligencia.
El gol de Camacho llegó como una consecuencia lógica del dominio jujeño en la segunda mitad. Después de varios intentos fallidos, el volante ofensivo del Lobo encontró espacio en el borde del área y sacó un remate cruzado que venció la resistencia de Fabricio Hass, que hasta ese momento había sido una de las figuras del “Cuervo”.
Con el pitazo final, la bronca se mezcló con la resignación en el banco de Central. El cuerpo técnico sabe que el margen de error se achica y que los próximos partidos serán decisivos. La próxima fecha será una nueva oportunidad para levantar cabeza: el equipo recibirá a Agropecuario en el estadio Padre Ernesto Martearena, un rival directo en la lucha por meterse entre los primeros puestos.
La hinchada espera una reacción y el plantel está obligado a responder. Quedan pocas fechas y los puntos ya no se negocian. Si Central Norte quiere meterse en la conversación grande del campeonato, tiene que empezar a sumar de a tres, sobre todo en casa, donde hasta ahora mostró una mejor cara.
Mientras tanto, Gimnasia festeja y se ilusiona con el ascenso. Con un plantel sólido y un andar regular, los jujeños siguen en lo más alto y le sacan provecho a cada partido como local. Para Central, en cambio, el clásico del norte dejó más dudas que certezas, y una urgencia que se siente cada vez con más fuerza: empezar a ganar.
