Franco Colapinto debutó oficialmente en la Fórmula 1 con Alpine y, aunque su 16° puesto en el Gran Premio de Imola pueda parecer discreto, un análisis más profundo revela que el argentino cumplió con creces.
El piloto oriundo de Pilar corrió por primera vez con el A525, el monoplaza de la actual temporada. Hasta ahora, solo había probado en simuladores o con el A523 del año pasado en circuitos como Barcelona, Monza, Zandvoort o Qatar. Adaptarse a las sensaciones reales del auto en pista, y hacerlo en una pista tan exigente como el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, no era tarea sencilla.
Sin embargo, su rendimiento dejó buenas señales. Colapinto largó con neumáticos medios y apostó junto al equipo por una estrategia de una sola parada. Todo marchaba bien hasta que el ingreso del Virtual Safety Car alteró el ritmo y perjudicó la táctica elegida.
La comparación directa con su compañero de equipo, Pierre Gasly, muestra datos alentadores para el argentino. Aunque ambos comenzaron con el mismo compuesto, el stint inicial fue muy distinto: Franco giró durante 22 vueltas, mientras que el francés apenas completó nueve. Esto naturalmente influyó en el desgaste y el ritmo.
Pero fue en el segundo tramo, con neumáticos duros y un número similar de giros, donde Colapinto mostró lo mejor. Su mejor vuelta fue de 1.21:970 contra 1.22:166 de Gasly. Y si se observa la vuelta más rápida en carrera, el argentino también fue superior: 1.20:345 frente a 1.20:398 del francés. Una diferencia mínima, pero significativa teniendo en cuenta que Gasly está en su novena temporada en la máxima categoría.