Emiliano “Dibu” Martínez no logró quedarse con el Trofeo Lev Yashin 2025 al mejor arquero del mundo. Luego de ganarlo dos años seguidos, esta vez el galardón fue para el italiano Gianluigi Donnarumma, figura del PSG y actual arquero del Manchester City.
El marplatense, que defiende los colores del Aston Villa y sigue siendo pilar de la Selección Argentina, era el único argentino con chances de recibir una distinción individual en la ceremonia del Balón de Oro celebrada en París. Sus compañeros Lautaro Martínez y Alexis Mac Allister quedaron fuera del Top 10 en la votación general.
Donnarumma fue premiado tras una temporada destacada con el club parisino, en la que levantó la Champions League, la Ligue 1, la Copa de Francia y el Trofeo de Campeones. Ese rendimiento colectivo, sumado a su nivel personal, terminó inclinando la balanza a su favor.
Para Dibu, el 2025 fue un año más discreto en lo deportivo. Si bien mantuvo su nivel bajo los tres palos, el Aston Villa no logró pelear los puestos altos en Inglaterra ni clasificar a torneos europeos. En la Selección, tras la Copa América 2024, no hubo competencias oficiales de peso.
En Salta y en todo el país, la noticia no pasó desapercibida. Martínez se ganó el corazón del hincha argentino con sus actuaciones memorables en el Mundial de Qatar, y más allá de cualquier premio, su figura sigue siendo símbolo de garra, personalidad y compromiso con la celeste y blanca.
Aunque esta vez no hubo estatuilla, Dibu sigue firme como referente indiscutido de la Selección, y su lugar rumbo al Mundial 2026 está asegurado. En un fútbol cada vez más exigente, su vigencia demuestra que el respeto ganado no depende solo de los trofeos, sino del recorrido, la entrega y el liderazgo.