Franco Colapinto volvió a destacarse en la Fórmula 1 con una actuación sólida y llena de carácter en el Gran Premio de Singapur. Desde el arranque, el argentino sorprendió con una maniobra precisa que le permitió ganar tres posiciones en los primeros metros y colocarse en el puesto 13, en una de las largadas más limpias y efectivas de la jornada.
El joven piloto de Alpine aprovechó al máximo la decisión del equipo de montarle neumáticos blandos, una estrategia arriesgada pero acertada que le dio ventaja en el inicio. Con una reacción perfecta y lectura clara del tráfico, Colapinto se abrió hacia la izquierda y avanzó con determinación, demostrando nuevamente su habilidad para moverse con confianza en los momentos más críticos.
No es la primera vez que el bonaerense se luce en el circuito urbano de Marina Bay. En la edición anterior, cuando corría para Williams, había sorprendido con un “divebomb” en la primera curva que le valió reconocimiento dentro del paddock. Este año, ya con los colores de Alpine, volvió a demostrar que su estilo agresivo y su inteligencia de carrera lo convierten en un piloto capaz de marcar diferencias incluso con un auto limitado.
La estrategia de Alpine fue clave. El equipo apostó por neumáticos blandos en la salida para ganar posiciones rápidas y luego sostener el ritmo con una gestión cuidadosa. Aunque esa elección exigía un manejo fino para evitar la degradación temprana, Colapinto supo administrar el desgaste y mantener el rendimiento durante las vueltas iniciales.
Con esta actuación, el argentino ratificó su adaptación a la máxima categoría, pese a los desafíos que enfrenta Alpine esta temporada. La escudería francesa atraviesa un año complicado: con 17 carreras disputadas, se ubica última en el Campeonato de Constructores con apenas 20 puntos, todos sumados por Pierre Gasly. Colapinto, en tanto, continúa buscando sus primeros puntos, luego de haberse quedado muy cerca en el Gran Premio de los Países Bajos, donde finalizó 11°.
A pesar de la falta de resultados colectivos, la actuación en Singapur renueva el optimismo dentro del equipo. El avance en la largada y el ritmo sostenido de Colapinto confirman que el argentino tiene el talento y la constancia necesarios para asentarse en la Fórmula 1. Cada carrera suma experiencia y lo consolida como una de las promesas más firmes del automovilismo argentino de los últimos años.
El circuito callejero de Marina Bay es uno de los más desafiantes del calendario, con curvas cerradas, poca visibilidad y altas temperaturas. Sin embargo, Colapinto se mostró cómodo y confiado, como si el trazado asiático potenciara su estilo de manejo agresivo pero controlado. Esa conexión con el circuito se repite por segundo año consecutivo, y parece ser uno de sus terrenos favoritos para desplegar su talento.
De cara a lo que queda del campeonato, el objetivo del argentino será claro: seguir sumando experiencia y buscar sus primeros puntos en la categoría. Si el auto acompaña, las oportunidades pueden llegar en las próximas fechas, especialmente en pistas como Interlagos o Las Vegas, donde la estrategia y el ritmo suelen generar sorpresas.
Mientras tanto, los fanáticos argentinos celebran cada avance de Colapinto con orgullo. En un año difícil para Alpine, el joven de Pilar se ha convertido en sinónimo de esfuerzo y proyección, llevando la bandera nacional a lo más alto del automovilismo mundial. Su largada en Singapur fue una nueva muestra de que el talento argentino sigue dando que hablar en la Fórmula 1.