El Club Gimnasia y Tiro de Salta no pudo con Colegiales en Munro y sufrió una derrota por 2 a 0 que complica su panorama en la Primera Nacional. Con goles tempraneros de Franco Zicarelli y Laureano Marra, el equipo local se impuso con autoridad y le impidió al conjunto salteño sellar su pase al reducido, instancia clave por el segundo ascenso a la Liga Profesional.
El partido, correspondiente a la fecha 33 del torneo, se presentó cuesta arriba desde el arranque para el conjunto dirigido por Rubén Forestello. En apenas 25 minutos, el “Tricolor” ya ganaba por dos goles, aprovechando errores defensivos y la falta de reacción de una defensa salteña que no tuvo su mejor noche. Zicarelli abrió el marcador con una definición precisa dentro del área y, poco después, Marra amplió tras una jugada colectiva que desnudó los desacoples del “Albo” en el fondo.
Con ese golpe doble en el primer tiempo, el resto del partido fue más empuje que fútbol para los salteños. Aunque intentaron arrimarse al arco rival, les faltó claridad en los últimos metros y no lograron inquietar seriamente al arquero rival. La derrota dejó un sabor amargo no sólo por el resultado, sino porque significó desperdiciar una oportunidad inmejorable para abrochar el pasaje al reducido, cuando el objetivo parecía al alcance de la mano.
Actualmente, Gimnasia y Tiro se mantiene en la cuarta posición de la zona A, lugar que le da acceso directo al reducido. Sin embargo, la tabla está muy apretada y cada punto cuenta. El equipo sabe que no puede relajarse y que ahora todo se definirá en casa, con el respaldo de su gente en el estadio Gigante del Norte.
El próximo compromiso será frente a Atlanta, en un duelo directo que puede marcar el rumbo del conjunto salteño. Si logra sumar de a tres, podría asegurar su lugar entre los clasificados, dependiendo también de otros resultados. Pero una nueva caída lo dejaría en una situación comprometida, sobre todo considerando que el cierre de la fase será nada menos que ante Racing de Córdoba, uno de los equipos más duros del campeonato.
El cuerpo técnico sabe que es momento de ajustar tuercas. En defensa, el equipo mostró flaquezas que no se pueden repetir en esta recta final. Además, la falta de gol empieza a preocupar: lleva dos partidos sin convertir y, para un equipo con aspiraciones, esa sequía es un lujo que no puede permitirse.
Más allá de la derrota, hay confianza en el plantel. El “Yagui” Forestello ha logrado conformar un grupo sólido que, con altibajos, ha sido protagonista durante gran parte del torneo. La ilusión de pelear por el ascenso sigue intacta, pero ahora más que nunca se necesitará el empuje de la hinchada y un rendimiento a la altura en los momentos decisivos.
El termómetro del hincha salteño está en alerta. Luego de una campaña irregular, donde el equipo alternó buenas actuaciones con otras más flojas, el margen de error se achicó. Quedan dos finales y la obligación de sumar. El sueño del regreso a Primera está latente, pero primero hay que cruzar este umbral llamado reducido, y para eso, no hay lugar para más tropiezos.
En este tramo final, cada detalle cuenta. Desde el estado del campo de juego hasta la recuperación física de los jugadores clave. En Salta se vive el fútbol con pasión y eso se sentirá en el próximo partido en el Gigante. El Albo se juega más que tres puntos: se juega el honor, el esfuerzo de toda una temporada y, por supuesto, el sueño de miles de hinchas que siguen alentando con fe.